El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, convocó una reunión de emergencia tras el deceso de unas 120 personas y más de 100 lesionadas, tras ser arrolladas por una avalancha de gente que avanzaba en una calle estrecha, durante las festividades de Halloween en la capital Seúl.
Las causas de la conmoción en el distrito Itaewon –una popular zona de vida nocturna de la capital surcoreana- aún son desconocidas. La Policía Metropolitana ya ha abierto una investigación., sin embargo, medios reportan que la avalancha humana se dio en una zona elevada, causando un aplastamiento masivo hacia un callejón estrecho.
La Policía había informado previamente que esperaba una gran concentración de unas 100 mil personas, en la fiesta de noche de brujas en la que ocurrió la tragedia.
En las imágenes publicadas, se puede observar a rescatistas y bomberos trabajando. Según los primeros reportes, decenas de personas sufrieron un paro cardíaco después de ser aplastadas.
Choi Seong-beom, jefe del departamento de bomberos de Yongsan de Seúl, dijo que el número de muertos podría aumentar, y que un número no especificado de heridos se encontraba en estado crítico tras la estampida.
Apuntó que 74 de los muertos fueron enviados a hospitales, mientras que los cuerpos de los 46 restantes -que se habían mantenido en las calles- estaban siendo transportados a un gimnasio cercano, para que los trabajadores pudieran identificarlos.
Más de 800 trabajadores de emergencia y policías de todo el país, incluido todo el personal disponible en Seúl, se desplegaron en las calles para atender a los heridos, aseguró en un comunicado la Agencia Nacional de Bomberos.
Además, 142 vehículos de emergencias entre ambulancias y camiones de Bomberos fueron enviados al lugar.
Según la agencia de noticias surcoreana Yonhap, los servicios de emergencia recibieron desde horas antes de la catástrofe, más de 80 llamadas de aviso por dificultades respiratorias de los asistentes, debido a la aglomeración.
El alcalde de Seúl, Oh Se-hoon, quien estaba de gira por Europa, decidió regresar inmediatamente a la capital surcoreana tras el accidente, de acuerdo con las autoridades municipales.