Este martes la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, informó que la violencia de las pandillas en Haití dejó al menos 208 personas muertas las dos primeras semanas de marzo y en lo que va de año el registro aumenta a 531 fallecidos.
La oficina reportó que 164 personas fueron heridas y 101 secuestradas, solo en la primera quincena de marzo, lo preocupante es que la mayoría falleció por impactos de balas de tiradores que disparaban de forma aleatoria, mientras las víctimas estaban en sus casas o en la calle.
Además los grupos criminales están utilizando la violencia sexual contra las mujeres y niñas de Haití para intimidar a las niñas y las familias.
Esta ola de violencia ha obligado a 160.000 personas a movilizarse a otros lugares de residencia en casa de familiares o conocidos, para eludir a las bandas.
«los enfrentamientos entre bandas son cada vez más violentos y frecuentes» afirmó la portavoz de la oficina, Marta Hurtado.
Las pandillas están intentando ampliar su control territorial en la capital haitiana y otras regiones aledañas, para someter a la población al crimen y la extorsión.
La ONU exhortó al país caribeño a que «atajen inmediatamente esta grave situación».
Haití se ha visto afectada por una crisis política y económica que empeora desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021, y las bandas violentas ahora controlan más de la mitad del territorio del país.
