Un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam ha logrado un hito histórico al eliminar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) de células infectadas, empleando la revolucionaria técnica de edición genética Crispr-Cas.
El estudio, liderado por la científica Elena Herrera-Carrillo y publicado en «EurekAlert!», marca un antes y un después en la investigación del VIH, reavivando la esperanza de millones de personas afectadas por este virus a nivel mundial.
La técnica Crispr-Cas, reconocida por su capacidad para actuar como una «tijera genética», permitió al equipo dirigirse específicamente a las células afectadas por el VIH, cortarlas y desactivar la infecciosidad del virus.
Esta técnica, cuyas creadoras Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier fueron galardonadas con el Premio Nobel de Química en 2020, ofrece la posibilidad de eliminar genes no deseados o contaminados con el VIH e introducir nuevo material genético en las células.
El VIH, conocido por su habilidad para integrarse en el ADN del huésped, ha sido un desafío en el desarrollo de una cura definitiva. Hasta ahora, los tratamientos disponibles se limitan a antirretrovirales, que reducen la concentración viral en el cuerpo pero no eliminan por completo el virus, requiriendo administración de por vida.
La investigación, presentada en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en Barcelona, sugiere un camino prometedor hacia una terapia que no solo sea efectiva sino también segura para los pacientes con VIH.
Sin embargo, Herrera-Carrillo y su equipo han sido cautelosos, destacando que es prematuro considerar este método como un tratamiento definitivo para el VIH. Su objetivo inmediato es continuar la investigación para desarrollar una terapia de amplio espectro que equilibre eficacia y seguridad.
Este avance en la edición genética confirma el potencial de Crispr-Cas como una herramienta clave en la lucha contra enfermedades previamente consideradas incurables. La eliminación del VIH de células infectadas no solo representa un hito en la investigación de la enfermedad, sino que también establece un precedente para el tratamiento de otras afecciones genéticas y virales.