Este lunes el Ministerio de Salud de Brasil informó que enfrentan la peor pandemia de dengue de su historia con 1.116 muertes en las primeras catorce semanas del año.
El número de fallecidos hasta el pasado 7 de abril superó los 1.094 desde 2023, lo que representa un aumentó del 6% con respecto a las cifras de 2022, que ya era considerado el segundo año con mayor número de víctimas.
La enfermedad transmitida por el aedes aegypti se triplicaron frente al mismo periodo del año pasado, sin contar los 1.807 fallecidos de sospecha de dengue que se registraron hasta el pasado domingo.
«Desafortunadamente, la gente ya sabía que alcanzaríamos ese número muy elevado de muertes y récord en relación con años anteriores», indicó Alberto Chebabo, presidente de la Sociedad Brasileña de Infectología.
Con respecto a las infecciones, el número aumentó un 403% con respecto al registrado en las catorce primeras semanas de 2023, hasta el récord 2,96 millones de casos probables en lo que va de 2024.
El ente rector en materia de salud en Brasil prevé se terminará el año con un récord de 4,2 millones de casos, pese a que en la mayoría de los estados brasileños ya se oberva una desaceleración en el número de casos.
Actualmente 27 estados de Brasil declararon estado de emergencia, incluídos los más poblados, como São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro.
Esta epidemia se atribuye a los efectos del fenómeno climático de El Niño, que elevó las temperaturas y aumentó las lluvias en todo el país, lo que aumenta la proliferación del vector de la enfermedad.
Por otra parte, Brasil se convirtió en febrero en el primer país del mundo en ofrecer la vacuna contra el dengue a través del sistema público de salud, aunque el bajo número de dosis a disposición ha limitado la aplicación a niños y adolescentes.
La ministra de salud de Brasil, Nísia Trindade, destacó que es fundamental la participación de todos, en especial teniendo en cuenta que cerca del 75% de los focos del aedes aegypti está dentro de las casas.