El mewing se ha convertido en una tendencia en las redes sociales, promocionado como un ejercicio que puede definir la mandíbula y mejorar la apariencia facial. Sin embargo, esta práctica, que consiste en colocar la lengua en una posición específica en el paladar, tiene sus raíces en la ortodoncia alternativa y carece de fundamentos científicos sólidos, explicó en un artículo el medio The Conversation.
El origen del mewing se remonta a la década de 1970, cuando el ortodoncista británico John Mew desarrolló un tratamiento llamado ortotropía, destinado a mejorar la alineación dental y la estructura facial de los niños. Sin embargo, no fue hasta 2012 que su hijo, Mike Mew, popularizó esta técnica a través de su canal de Youtube.
El mewing implica colocar la lengua en la parte superior del paladar y mantener los labios cerrados durante el mayor tiempo posible. Se afirma que esta práctica puede definir la línea de la mandíbula, reducir la papada y alinear los dientes. Sin embargo, muchos profesionales de la salud bucodental advierten sobre los posibles riesgos de forzar la posición de la lengua de esta manera, señala el medio de comunicación británico
La comunidad científica no respalda las afirmaciones sobre los beneficios del mewing. Además, hay preocupaciones sobre los posibles efectos negativos, como alteraciones en la articulación temporomandibular y desplazamiento de los dientes. De hecho, en 2019, Michael Mew fue expulsado de la Sociedad Británica de Ortodoncia por proporcionar tratamientos inapropiados y promover alternativas no respaldadas por la ortodoncia científica.
A pesar de las advertencias, el mewing ha ganado popularidad en las redes sociales, gracias a influencers que comparten fotos del antes y el después. Esto subraya la importancia de buscar información de fuentes confiables y seguir los consejos de profesionales de la salud en lugar de caer en modas virales potencialmente peligrosas.
Mientras que el mewing puede ofrecer resultados temporales en términos de apariencia, su eficacia a largo plazo y sus posibles riesgos para la salud son motivo de preocupación. En materia de salud, es fundamental seguir los consejos respaldados por la ciencia y por profesionales.