Victoria Hill, una mujer estadounidense residente en Connecticut, decidió someterse a una prueba de ADN con el objetivo de profundizar en su identidad personal. Sin embargo, el resultado de esta prueba la llevó a descubrir que tenía 22 hermanos biológicos y ningún vínculo genético con el hombre que creía ser su padre.
El motivo inicial que impulsó a Hill a investigar sus raíces fue un problema de salud que afectaba a su familia, pero del cual ella no presentaba síntomas. Para obtener respuestas, adquirió un kit de prueba de ADN de la compañía 23andMe y envió sus muestras genéticas para su análisis.
El giro inesperado en la vida de Victoria Hill fue revelado por CNN. Además de su hermano con el que había crecido, descubrió que estaba conectada con otras 21 personas, todas producto de un procedimiento de fertilidad realizado por el doctor Burton Caldwell.
Según relatan sus nuevos hermanos, Caldwell habría utilizado su propio esperma en lugar de las donaciones prometidas, realizando los procedimientos sin el consentimiento de los pacientes. Esta revelación dejó a Hill atónita, especialmente cuando descubrió que uno de sus «nuevos» hermanos era su antiguo novio del liceo, lo que evidenciaba la complejidad y las repercusiones emocionales de la situación.
En declaraciones a CNN, Hill expresó su trauma ante la situación, reconociendo que ahora cada rostro desconocido le genera incertidumbre sobre su relación de parentesco. Sin embargo, Burton Caldwell se negó a brindar su versión de los hechos a la cadena de noticias.
El caso de fraude en los procedimientos de fertilidad ha generado controversia y preocupación en Estados Unidos. A pesar de las acciones legales emprendidas por algunos afectados, como la hija de uno de los pacientes de Caldwell, Janine Pierson, y su madre, Doreen Pierson, quienes enfrentan dificultades legales debido a la falta de legislación específica sobre el fraude en fertilidad.
CNN ha investigado este tipo de casos en Estados Unidos, destacando la falta de leyes que protejan a las víctimas y la impunidad con la que algunos médicos han continuado ejerciendo, incluso después de enfrentar acusaciones de fraude en sus prácticas médicas.