El pocketing es la nueva etiqueta que se ha acuñado para describir la tendencia de una persona en una relación de pareja a mantener al otro miembro fuera de su círculo social e íntimo.
No presentar a la pareja ante amigos o familiares, no hacer planes juntos o mantener en secreto la relación son comportamientos comunes de quienes practican el pocketing, o embolsillar, como refiere su traducción literal.
Los expertos en psicología señalan que uno de los factores para identificar si alguien es víctima de esta tendencia es el tiempo que llevan saliendo juntos. Además, hay otras señales de alerta que, definen varios medios, como:
- Hacer planes sin incluir a la pareja.
- No presentar a la pareja ante amigos, familiares u otros seres cercanos.
- Mantener la relación en secreto.
- Asistir solo/a a eventos y compromisos.
- No interactuar en redes sociales con la pareja.
Sin embargo, los especialistas advierten que el pocketing no se trata de un solo comportamiento, sino de una serie de actitudes que juntas pueden indicar un problema.
Pocketing: los motivos de la tendencia
Los motivos por los que una persona puede hacer pocketing a su pareja pueden ser diversos, desde rasgos de personalidad hasta la voluntad de tener relaciones paralelas.
El pocketing y el stashing, que significa «esconder», son términos usados para describir este tipo de conductas en las relaciones. La periodista Ellen Scott fue la primera en hablar del stashing en un diario británico en 2017, refiriéndose principalmente a la invisibilidad de la relación en las redes sociales.
Estos términos se suman a otras etiquetas como el ghosting, orbiting o benching, utilizadas para definir diferentes dinámicas en las relaciones humanas, impulsadas en gran medida por el uso de nuevas tecnologías.