Al menos nueve personas murieron en dos atentados dirigidos contra candidatos a alcaldes en el estado mexicano de Chiapas, México, informó este domingo la Fiscalía de la región. Los ataques, perpetrados en los municipios de Villa Corzo y Mapastepec, forman parte de una ola de violencia que azota al sur del país.
Detalles de los atentados
La Fiscalía reportó inicialmente tres fallecidos en Villa Corzo. Sin embargo, uno de los heridos murió posteriormente en el hospital, elevando la cifra total de víctimas. En Mapastepec, el saldo de muertos aumentó aún más. A pesar de la gravedad de los ataques, ambos candidatos sobrevivieron, aunque uno resultó herido.
La violencia en Chiapas ha ido en aumento a medida que se acercan los comicios del 2 de junio, en los que también se elegirá al nuevo presidente de México. Este contexto de inseguridad se agrava por la lucha entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa, especialmente en la subregión conocida como La Frailesca, que incluye a Villa Corzo y La Concordia.
Violencia electoral en aumento
El atentado en Villa Corzo tenía como objetivo una comitiva en la que se encontraba Robertony Orozco, candidato a la reelección por el partido Morena. Orozco sufrió heridas de bala en las piernas. En Mapastepec, la caravana del aspirante de Morena, Nicolás Noriega, también fue atacada, resultando ileso, pero dejando dos personas lesionadas, dijo DW.
La noche del jueves anterior, seis personas, incluyendo la candidata a la alcaldía de La Concordia, Lucero López, y una menor de edad, fueron asesinadas en una emboscada tras un mitin de campaña. Esta violencia se ha cobrado la vida de al menos 29 aspirantes a cargos locales desde el inicio del proceso electoral el pasado 23 de septiembre, según datos de la organización civil Data Cívica.
Impacto del crimen organizado
La situación de inseguridad en Chiapas refleja el poder y la influencia de los cárteles del narcotráfico en la región. Las campañas electorales, que ya eran violentas, se han visto aún más afectadas por la guerra entre el CJNG y el cartel de Sinaloa. Este conflicto ha convertido a la región en una zona de alto riesgo, donde la violencia y la muerte se han vuelto comunes.
Las autoridades continúan investigando los atentados y han reforzado la seguridad en la zona. No obstante, la escalada de violencia plantea serias dudas sobre la seguridad de los comicios y la capacidad del gobierno para garantizar un proceso electoral pacífico.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la violencia electoral en México. Las autoridades locales y federales enfrentan el desafío de combatir el crimen organizado y proteger a los candidatos y ciudadanos durante este periodo crucial.
La violencia en Chiapas es un reflejo de los problemas más amplios que enfrenta México en su lucha contra el narcotráfico y la inseguridad. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la prioridad debe ser garantizar la seguridad de todos los participantes en el proceso democrático.
