El Departamento del Tesoro de Estados Unidos (EEUU) otorgó una licencia de dos años a la petrolera británica BP y a la empresa energética estatal de Trinidad y Tobago, NGC, para negociar y desarrollar los campos de gas Cocuina-Manakin en colaboración con Venezuela. Así lo confirmó el miércoles el ministro de Energía de Trinidad, Stuart Young.
Proyecto estratégico de gas
Con la aprobación de esta licencia, BP y NGC podrán planificar un proyecto que incluye un depósito marino con aproximadamente 1 billón de pies cúbicos (tcf) de reservas de gas que se extiende desde Venezuela hasta Trinidad.
Young destacó en una conferencia de prensa en Puerto España que esta es la segunda autorización otorgada por Estados Unidos para proyectos energéticos entre estos dos países, tras una licencia concedida en 2023 a Shell y NGC para el desarrollo del campo de gas Dragón en Venezuela.
Facilidades financieras y nuevos acuerdos
Young señaló que la licencia permitirá a los clientes pagar el gas en moneda fuerte, brindando una exención a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela.
Esta medida se suma a otras licencias recientemente otorgadas por Estados Unidos a compañías como Maurel & Prom de Francia, Repsol de España y la isla caribeña de Aruba para hacer negocios con Venezuela.
La autorización a Aruba permite la importación de fuel oil venezolano para uso interno, según anunció el primer ministro Glenbert Croes.
Colaboración internacional y desarrollo energético
Venezuela y Trinidad esperan también desarrollar conjuntamente un tercer proyecto que involucra reservas de gas en aguas de ambos países, los campos Loran-Manatee, según revelaron funcionarios a Reuters.
Este desarrollo podría fortalecer la cooperación energética y económica entre las naciones, potenciando el sector energético en la región.
Perspectivas futuras
La aprobación de estas licencias representa un avance significativo en la colaboración energética entre Estados Unidos, Venezuela y Trinidad y Tobago.
Además, ofrece oportunidades para el desarrollo de recursos naturales y la estabilización económica en la región. Con proyectos como Cocuina-Manakin y Dragón, y la posible implementación de Loran-Manatee, se vislumbra un futuro prometedor para la cooperación energética internacional en el Caribe y América Latina.
