Una madre soltera ha compartido cómo ella y su hijo de siete años con Síndrome de Down fueron escoltados fuera del concierto de Pink, tratándolos «como criminales» porque el niño no quiso sentarse en su asiento.
Vanessa Vasey, de 48 años, pagó más de 800 dólares por entradas para llevar a Jesse a ver a su ídolo en el P!NK Summer Carnival Tour 2024 en el estadio Tottenham Hotspur, en Londres, el sábado pasado.
El inicio de la travesía
Jesse, debido a sus discapacidades y trastornos sensoriales, se negó a sentarse en su asiento. Vanessa, Jesse y su amiga Kirsty se pararon cerca del área de asientos mientras el niño bailaba al ritmo del acto de apertura.
Seis guardias de seguridad se acercaron y les dijeron que debían sentarse. Vanessa explicó la situación, pero les dieron un ultimátum: sentarse o irse.
Momento de expulsión
Cuatro miembros más del personal llegaron y los escoltaron fuera del recinto justo cuando la cantante ganadora del Grammy, de 44 años, subió al escenario. «Jesse y yo amamos a Pink», explicó Vanessa.
«Reservé las entradas en noviembre y me aseguré de pagar £630 (más de 800 dólares) por entradas de hospitalidad, ya que nos daban acceso a la sala y sabía que Jesse no podría sentarse por tanto tiempo debido a sus necesidades».
Descripción del incidente
El día del concierto, Vanessa no llevó el carrito de discapacidad de Jesse porque las entradas indicaban que no había almacenamiento disponible. Sin embargo, cuando llegó el momento de sentarse, Jesse no quiso. «Jesse mide 90 cm y estaba entreteniendo a todos. No estábamos causando problemas», explicó Vanessa.
Los guardias de seguridad les dijeron que debían moverse. Vanessa explicó sobre las discapacidades de Jesse, pero ellos no hicieron excepciones. «Nos ofrecieron sentarnos en la sala sensorial insonorizada, donde Jesse no podría escuchar nada, tomar nuestros asientos o irnos».
Resultado devastador
Vanessa y su grupo finalmente decidieron irse, sintiéndose intimidados y frustrados. «Todo lo que Jesse recuerda ahora es verme llorar, estar molesta y enojada, y toda la intimidación y la gente siendo cruel con nosotros», expresó Vanessa.
La voz de Vanessa en redes sociales
Vanessa publicó sobre su experiencia en Facebook, recibiendo más de 1.400 compartidos. «Estoy hablando y compartiendo lo que le pasó a Jesse porque los lugares deberían atender necesidades adicionales. Debería haber un área donde los niños con necesidades especiales puedan disfrutar del concierto de manera segura y ser ellos mismos».
Respuesta del estadio Tottenham Hotspur
Un portavoz del estadio dijo: «Lamentamos profundamente que Jesse no haya tenido una experiencia positiva en el concierto. Tras una investigación, podemos confirmar que se ofreció asistencia a la Sra. Vasey y a Jesse, incluida la sala sensorial, pero fueron rechazadas y optaron por dejar el evento».
Vanessa, que había planeado y gastado cerca de 1.270 dólares en el viaje, terminó con un hijo desconsolado. «Mi pobre niño merecía mucho mejor que esto», concluyó Vanessa.
El estadio Tottenham Hotspur y los representantes de Pink han sido contactados para comentarios adicionales.
Con información del Daily Mail