A la gimnasta rumana Ana Barbosu, que había alcanzado el tercer lugar en el podio detrás de la brasileña Rebeca Andrade y la estadounidense Simone Biles en la especialidad de suelo, le arrebataron la medalla de bronce, en el podio.
Barbosu celebraba con la bandera de su país su medalla de bronce, con una puntuación de 13,700 otorgada por los jueces.
Sin embargo, la estadounidense Jordan Chiles protestó su calificación de 13,666, que la había dejado en la quinta posición.
El jurado aceptó la protesta y ajustó su puntuación a 13,766, lo que la colocó en el tercer puesto, desplazando a Barbosu. La acción fue condenada por el Primer Ministro Marcel Ciolacu.
Imágenes dramáticas tras perder el bronce
Las imágenes captaron el cambio de expresión en el rostro de la rumana mientras veía en la pantalla del estadio cómo quedaba fuera del podio y sin la medalla de bronce.
La bandera cayó de sus manos al suelo. Totalmente decepcionada, su entrenadora se acercó a consolarla mientras Barbosu rompía en llanto, tratando de entender lo ocurrido. La gimnasta no se percató de que las puntuaciones estaban sujetas a revisión.
Los mensajes de apoyo
Los mensajes de apoyo no tardaron en llegar. Nadia Comaneci, compatriota de Barbosu y una de las mejores gimnastas de todos los tiempos, expresó su indignación: “No me puedo creer que juguemos de esta manera con la salud mental y las emociones de las deportistas. Protejámoslas”, comentó en un video que mostraba a Barbosu primero celebrando con la bandera de su país y luego llorando desconsoladamente.
Además, retuiteó un mensaje de la periodista Kathy Johnson Clarke, especialista en gimnasia artística: “Tómate un momento para enviar amor y apoyo a Ana Bărbosu y al equipo rumano. La cruel yuxtaposición en este momento de celebración jubilosa para Jordan y el golpe aplastante recibido por Ana mientras estaba en el podio celebrando lo que ella creía que era una medalla de bronce. Mi corazón está con ella”.
Luego de perder la medalla de bronc, Barbosu reposteó en su cuenta de Instagram un mensaje de Sandra Izbasa, doble campeona olímpica, que llevó a lo más alto a Rumania en pruebas de gimnasia artística en Pekín 2008 y Londres 2012: “Las palabras que los entrenadores nos repetían casi a diario en la sala de entrenamiento sonaban más vivas que nunca.
‘Vosotros, como rumanos, tenéis que ser más que perfectos para no dejar lugar a interpretaciones’. Y aquí está… ¡Una vez más es verdad! Chicas, ¡cabezas arriba y espaldas rectas! ¡Seguid creyendo en vuestros sueños! ¡Vamos Rumanía!”.