Aunque casi un cuarto de siglo XXI ya se ha consumido, y se considera a la sociedad «occidental» muy progresista, para muchos no tener hijos, en especial para las mujeres, es una decisión que puede resultar «incómoda».
En un contexto político y social donde las decisiones personales a menudo se convierten en temas de debate público, la elección de algunas mujeres de no tener hijos ha sido objeto de escrutinio y críticas.
Un ejemplo reciente de esto fue la declaración del entonces candidato al Senado de Estados Unidos, JD Vance. El político utilizó un término peyorativo, «cat ladies», para referirse a mujeres sin hijos. Todo esto en una entrevista con la cadena Fox 21.
Ataque político
Vance dirigió sus comentarios hacia figuras públicas como la vicepresidenta Kamala Harris, la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, y el secretario de Transporte, Pete Buttigieg.
Sugirió sugiriendo que su falta de hijos biológicos los hacía menos aptos para liderar el país. «Todo el futuro de los demócratas está controlado por personas sin hijos», afirmó Vance, cuestionando el interés directo de estas personas en el país.
Hollywood se manifiesta
Los comentarios de Vance provocaron una oleada de críticas. Generó incluso una respuesta contundente de la actriz Jennifer Aniston, quien ha hablado abiertamente sobre sus dificultades para tener hijos a través de la fertilización in vitro (FIV).
Aniston expreso su incredulidad de que tales comentarios provinieran de un potencial vicepresidente de Estados Unidos. Además destacó la importancia del acceso a la FIV.
Una imagen negativa de larga data
La historiadora Peggy O’Donnell Heffington, autora de «Without Children: The Long History of Not Being a Mother», observa que la imagen negativa de las mujeres sin hijos tiene una larga historia en Estados Unidos.
Heffington señala que la presión para que las mujeres tengan hijos se remonta al menos a principios del siglo XIX, después de la Revolución. En ese momento se esperaba que las mujeres contribuyeran a la nueva nación teniendo hijos.
Curiosamente, la falta de hijos biológicos no fue un impedimento para el primer presidente de Estados Unidos, George Washington, y otros cuatro presidentes que no tuvieron hijos. Sin embargo, el presidente Theodore Roosevelt fue crítico con las mujeres sin hijos. Las comparó con soldados cobardes y las llamó incompletas.
Convicciones históricas controversiales
Las declaraciones de Vance reflejan estas convicciones históricas. Sugieren que las mujeres sin hijos han incumplido sus deberes como ciudadanas y no son aptas para gobernar.
Esto podría ser un indicio de lo que enfrentará Kamala Harris en las presidenciales del 5 de noviembre. Esto con ataques que no la critican por ser mujer, sino por no tener hijos, lo que podría ser un presagio de una misoginia más profunda.
Una decisión personal
Heffington también destaca que detrás de la exaltación de la maternidad y la limitación del acceso al aborto y la anticoncepción, está la disminución de la tasa de natalidad.
La preocupación por lo que las mujeres harían con su tiempo adicional, libre de embarazos y cuidado de bebés, llevó a un aumento en las expectativas sobre lo que significaba ser una buena madre. Esto fue una forma de controlar cómo las mujeres pasaban su tiempo, alejándolas de la política y el mercado laboral.
La decisión de algunas mujeres de no tener hijos sigue siendo un tema incómodo en la sociedad, sujeto a juicios y críticas. La historia muestra que este debate no es nuevo, pero sigue siendo relevante en el contexto actual, donde las elecciones personales se entrelazan con las expectativas sociales y los roles de género.
Con información de BBC