Kamala Harris hizo historia en el cierre de la Convención Nacional Demócrata. La vicepresidenta se convirtió en la primera mujer negra en ser nominada por un partido importante como candidata presidencial de Estados Unidos.
Durante su discurso describió su viaje hacia la nominación demócrata como un trampolín hacia un nuevo futuro para el país norteamericano. Harris también destacó la necesidad de superar las divisiones que han desgarrado a la nación en los últimos años.
Un llamado al compromiso y los valores
En la Convención Nacional Demócrata en Chicago, Harris ofreció una opción clara a los votantes.
Según ella, los estadounidenses pueden elegir entre el «caos y la calamidad» de un nuevo mandato de Trump, a quien calificó como una «grave amenaza» para la democracia, o comprometerse nuevamente con los valores fundamentales de la nación: libertad, oportunidad, compasión, dignidad y equidad.
Promesas de cambio y renovación
Harris se presentó como la catalizadora de la capacidad de Estados Unidos para renovarse. En lugar de las amenazas y divisiones de Trump, prometió impulsar una «economía de oportunidades» para la clase media.
Aprovechó su pasado como fiscal para afirmar que siempre estará «a favor del pueblo», acusando a Trump de servir solo a sus propios intereses.
Un partido unido tras Harris
La convención demócrata mostró un partido unido y lleno de esperanza. Harris emergió como una figura política transformadora, lista para liderar a Estados Unidos hacia un nuevo capítulo.
A pesar de los desafíos, Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, se presentan como los líderes que entienden y sienten las necesidades de los estadounidenses comunes, sin embargo la fórmula opuesta cuenta con un sólido apoyo por parte de los conservadores, que podrían llevarlos a la Casa Blanca.
Con información de CNN