La hibristofilia es una parafilia que provoca atracción hacia criminales peligrosos. Este fenómeno captó la atención en los casos de Wade Wilson y Daniel Sancho, quienes han sido objeto de admiración por parte de algunos.
Este comportamiento recuerda a casos anteriores, como el de Ted Bundy, quien usaba su físico para atraer y asesinar a mujeres, o Jeffrey Dahmer, quien seducía a hombres homosexuales antes de asesinarlos.
La atracción por criminales
Luis Madrid, psiquiatra y miembro de la Sociedad Americana de Psiquiatría, explicó que la hibristofilia es una parafilia en la que la atracción sexual o romántica se dirige hacia personas peligrosas o delincuentes. «Las personas con hibristofilia suelen ser mujeres de entre 30 y 40 años, con antecedentes de violencia o abuso en la infancia», afirmó Madrid.
Madrid señaló que los delincuentes con actitudes de «chico malo» resultan excitantes para quienes tienen hibristofilia. Este comportamiento puede estar ligado a la agresividad que, en algunos primates, se asocia con la masculinidad. Además, algunas personas creen que pueden «cambiar» al criminal, haciendo que se vuelva «bueno».
Hibristofilia activa e idolatría a criminales
La hibristofilia activa ocurre cuando una persona, generalmente una mujer, comete actos delictivos junto al «chico malo» para complacerlo. En el caso de Wade Wilson, la hibristofilia ha influido en su condena, ya que algunas personas lo idolatran, recaudan fondos para él y lo presentan como un modelo a seguir.
La fiscal Amira Fox, en el juicio de pena de muerte para Wade Wilson, señaló que la idolatría hacia el acusado es preocupante. «Este acusado es idolatrado por algunas personas que lo ven como un símbolo positivo, sin darse cuenta de que es un asesino cruel y un pésimo retrato de lo que debería ser una persona», afirmó Fox.
