A pesar de que por muchos años ha sido un tabú, actualmente el sexo es un tema que forma parte de la cotidianidad en casi todas las culturas occidentales, y aunque sigue generando polémica, continúa siendo desmitificado por la irreverente Generación Z.
La identidad de género está en todas partes, pero la conversación sobre las condiciones han sido condenadas a las sombras, entre ellos la intersexualidad. Se trata de “una serie de variaciones en los órganos y las características sexuales, tanto a nivel anatómico como genético, que hacen que la persona tenga características femeninas y masculinas simultáneamente”, como lo define el psicólogo Alex Figueroba, para el portal web Psicología y Mente.
Para poder normalizar un padecimiento que se estima tienen alrededor del 1,7% de la población, se celebró este miércoles 26 de octubre el Día de la Conciencia para la Comunidad Intersexual, una fecha que pretende educar a la población sobre el tema y promover la defensa de los derechos de las personas intersexuales.
Cuidado con los términos
Aunque anteriormente se les llamaba “hermafroditas”, los tiempos han cambiado y el término es considerado despectivo para la comunidad, ya que es el mismo que se emplea para animales y plantas con características de género ambiguas.
Antiguamente, en el Medioevo, se consideraba que estas personas debían asumir la sexualidad “predominante”, encasillando a cada uno en “hombres” o “mujeres”, clasificación que determinaría su manera de comportarse, acciones y estilo de vida. Aún esto se mantiene en muchas sociedades.
“Durante el siglo XX el término ‘intersexualidad', acuñado por el genetista Richard Goldschmidt en 1917, sustituyó a “hermafroditismo” en este tipo de casos” exponen medios especializados
Cambios en los paradigmas
El cambio de paradigma se dio de la mano con los avances de la ciencia, como la posibilidad de ayudar a las personas a través de cirugías o con el suministro de hormonas, que pueden hacerlos lucir más parecidas al sexo que escogieran asumir, si eso es lo que desean.
Sin embargo, los representantes de la comunidad LGBTQ+ insisten en que esto debe ser decisión de cada persona, y que muchos no desean ser etiquetados en los patrones tradicionales de género.
La situación impulsó que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) publicara una Nota informativa sobre las Violaciones de los derechos humanos de las Personas Intersexuales (2019).
En el documento se detalla que alrededor de la situación suceden eventos lamentables como “infanticidio, intervenciones médicas forzadas y coercitivas, discriminación en la educación, el deporte, el empleo y otros servicios, y falta de acceso a la justicia y a los recursos”.
Educar es la clave
Para la Acnudh, la única manera de combatir la discriminación es con conocimiento: “Los principios de igualdad y no discriminación constituyen la esencia de los derechos humanos y ayudan a reducir las desventajas por numerosas razones y en muchos ámbitos”.
“Los derechos humanos no se restringen a grupos especiales” expone la Oficina, y resalta que “la Agenda 2030 y su compromiso de ‘no dejar a nadie atrás’ ha generado un empuje” a favor de estos valores.
Para los especialistas lo más importante es tratar estos temas con normalidad en los hogares y en las escuelas, para continuar desmitificando una situación que afecta a millones de personas en el mundo y que no debe ser una sentencia de exclusión o vergüenza.