Con una voz que era casi un susurro, un sexapil que hasta el momento nadie ha podido igualar, un aura de tragedia y misterio que adereza cualquier historia a su alrededor y una controversial película “inspirada” en ella a punto de salir, a 60 años de su muerte, la leyenda de Marilyn Monroe no hace más que crecer para seguir fortaleciendo su carácter de máximo ícono estadounidense, sin que esto suene a una exageración.
Marilyn sigue presente en todos lados, y su imagen no se desgasta. ¿Fue asesinada, se suicidó o simplemente se le “fue la mano”?, ¿fue feliz o ni remotamente?, son solo algunas de las tantas preguntas que no tienen respuesta frente a una muerte demasiado pronta, que sin duda aportó la mayoría de los ingredientes de la leyenda.
Descubierta
“Supongo que fui descubierta” dice la increíble Ana de Armas en lo que promete ser la interpretación de su vida, una Marilyn Monroe frágil, humana, que desgarra, como no se había descrito, pero que muchos aseguran se acerca más que nunca a Norma Jane Baker, su verdadero nombre.
La película muestra la posibilidad de que la rubia haya sido obligada a tener relaciones sexuales con productores, para poder entrar en una industria que la hizo leyenda, al tiempo que la devoraba. Son especulaciones, como es casi todo a su alrededor.
La historia parece salida de un cuento de hadas (por momentos). Nacida el 1 de junio de 1926, vivió una infancia trágica, con un padrastro abusivo, que la mantuvo en hogares temporales y un orfanato, hasta que se casó a los 16 años con James E. Dougherty, probablemente para escapar un poco de su cruenta realidad. Solo cuatro años duró su matrimonio.
Después de hacer de modelo pin-up (el equivalente de modelo anónima de portarretratos), su gran oportunidad llegó en "La jungla de asfalto", su primer protagónico, dirigido por John Huston, quien se enamoró del talento de la rubia platinada.
A principios de la década de los cincuenta, Marilyn Monroe era oro puro para los estudios que no dejaban de facturar con su nombre. Había hecho cintas que se convirtieron en clásicos como Niágara, Los Caballeros las Prefieren Rubias y ¿Cómo Casarse con un Millonario?”, además de aparecer en el primer número de la revista Playboy.
A pesar de haber sido encasillada como la “rubia tonta” que definitivamente no era, Norma Jane demostró que seguía siendo una máquina de dólares con La Tentación Viene de Arriba o The Seven Year Itch (1955), uno de los mayores éxitos de taquilla de su carrera.
Sin embargo, muchos ejecutivos seguían subestimándola, por lo que en 1955 fundó su propia productora y comenzó a estudiar con el conocido “método” en el Actor Studio, que le dieron la capacidad de hacer Bus Stop (1956), aclamada por la crítica, y su primera producción independiente en The Prince and the Showgirl (1957).
La curva de éxitos seguía creciendo para la rubia que ganó un Globo de Oro a la Mejor Actriz por su papel en Some Like It Hot (1959), pero solo tres años después fue encontrada muerta en su cama, a lado de un frasco de barbitúricos, sedantes que consumió por años para tratar la depresión.
Una vida de tragedia
“Los hombres dicen que me aman, pero ¿a quién aman? ¿a Marilyn?”, dijo en alguna ocasión la mujer que siempre vió a Monroe como un personaje y a su verdadero yo como Norma Jane.
Compañeros de trabajo aseguraron que por muchos años parecía sedada con tranquilizantes que consumía sin reparo alguno, aunque no negaban que una vez en el set era increíble, como quien dejaba sus problemas detrás de las cámaras.
Su vida amorosa fue igualmente convulsiva. Nunca pudo tener descendencia a pesar de que era uno de sus mayores sueños y todos sus matrimonios y amores estuvieron rodeados de más bajos que altos.
Se casó tres veces, a los 16 años con su vecino James Dougherty con quien duró solo cuatro años, con el beisbolista Joe DiMaggio en un matrimonio tumultuoso de un año cargado de celos de parte del pelotero y con el escritor Arthur Miller, la unión más larga de todas, de cinco años.
Además se le atribuyen infinitos romances, el más resaltante de ellos, uno largo y complejo con el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, alrededor del cual nacen varias teorías conspirativas sobre su muerte.
A pesar de su corta vida y éxitos que sólo se extendieron por una década, la leyenda de Marilyn Monroe se ha inmortalizado para siempre y sigue facturando, en productos que van desde el exclusivo cuadro Shot Sage Blue Marilyn del artista pop Andy Warhol, que se vendió por más de 195 millones de dólares, hasta tazas de café con la cara de la artista, que es sostenido por personas que, aunque no sepan su historia, reconocen el cabello platinado y ojos tristes que escondía el misterio de Norma Jane.