Nueva York.- “Lo más fácil es romper y destruir. Los héroes son los que firman la paz y construyen” dijo el 3 de octubre de 1994, en la Organización de Naciones Unidas, el ex presidente Sudafricano y premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, sólo cuatro años después de haber cumplido 27 años de prisión por su lucha de igualdad.
Sus palabras son muestra clara de la grandeza de quien también es conocido como Madiba, capaz de estrechar lazos con quienes fueron sus opresores, y llegar a acuerdos para que su país fuese ejemplo de transformación y reconciliación de una nación dividida y herida, apagando la ira de la injusticia, para cambiar la historia de Sudáfrica y retumbar el mundo con su ejemplo.
Hoy se celebra el día de este personaje, al ser el 18 de julio su nacimiento, y en esta oportunidad la Organización de Naciones Unidas (ONU) se viste de gala, para recordar a quien le puso fin a la última gran segregación racial, a través del amor, el perdón y la reconciliación.
Honor
Desde el año 2010 la Organización de Naciones Unidas celebra “el Día Internacional de Nelson Mandela”, no solo para recordar la labor del premio Nobel de la paz, sino para animar a las personas a “dedicar 67 minutos a trabajos en favor de la comunidad en homenaje a los 67 años que Mandela dedicó al servicio público” como señala la agencia EFE.
“Madiba recorrió el camino hacia la libertad y la dignidad con férrea determinación, y con compasión y amor. Demostró que todos y cada uno de nosotros tenemos la capacidad -y la responsabilidad- de construir un futuro mejor para todos”, Expresó António Guterres, secretario general de la ONU, a través de un comunicado. https://onx.la/5ac4f
En esta oportunidad fue el príncipe Harry de Inglaterra quien dió un discurso en la sede de la organización en Nueva York, para recordar a Mandela, junto al alcalde de la “gran manzana”, Eric Adams, y representantes de diferentes países.
El duque de Sussex recordó el aplomo de Madiba, al ver “la luz entre tanta oscuridad” siempre “con una sonrisa en su rostro”, enseñando que “podemos encontrar propósito y sentido en la adversidad”.
Resaltó la estrecha relación del ex presidente sudafricano con su madre, la princesa Diana, e insistió en la necesidad de renovar su legado para mejorar lo que consideró un mundo herido por la pandemia, la guerra, la pobreza y la contaminación. “Mandela no era un hombre de palabras, sino de acciones”, insistió el príncipe en un recinto repleto de representantes de diferentes naciones.
Apartheid
En el año 1948, Sudáfrica asentó en papel una brutal segregación racial que ya existía, pero que a partir de ese momento institucionalizó el robo de múltiples derechos a la población negra mayoritaria.
Carteles como, “Por decreto esta área de la playa está reservada solo para el uso de personas blancas” o simplemente “área blanca”, fueron solo la parte visible de un problema neurálgico profundo, que generó que al 79% de la población negra, le fueran arrebatados derechos básicos.
“Bajo el régimen del apartheid, los negros no podían votar, debían vivir en zonas alejadas de los blancos (llamadas bantustanes), cobraban menos que ellos por el mismo trabajo y, si iban al colegio, debían ir a centros separados con peor nivel educativo” Escribió Laia Ríos en la Vanguardia, quien destacó que además estaba prohibido el matrimonio interracial, y no podían compartir casi ningún espacio público. https://onx.la/36ee9
La luz en la adversidad
También conocido como Madiba, título honorífico otorgado por los ancianos del clan Mandela, Nelson Rolihlahla Mandela, abogado, político y líder por muchos años del Congreso Nacional Africano (ANC) y la Liga de la Juventud del ANC, asumió desde joven la lucha armada contra el régimen opresor, que lo llevó a la cárcel en diferentes oportunidades, para finalmente ser condenado a cadena perpetua en 1963.
Durante 27 años de confinamiento, el sudafricano comenzó a escribir y a multiplicar las ideas que siempre lo acompañaron entre el resto de los presos: una Sudáfrica libre e igualitaria para todos sus hijos.
Después de múltiples presiones internacionales, sanciones y una secreta negociación con el mismo Mandela, el último presidente del apartheid, Frederik de Klerk, pone fin a sus años de confinamiento, y “el 11 de febrero de 1990, el detenido 46664 aparece como hombre libre de la mano de su segunda esposa”, relató el diario El Economista de México el 5 de diciembre de 2013, día de su muerte. https://onx.la/a74ca
Cuatro años después se convertiría en el primer presidente negro de Sudáfrica elegido democráticamente para “transformar, sin rencores, un país desgarrado en una democracia multirracial y estable” como declarara luego de su muerte, el arzobispo anglicano Desmond Tutu.
Nelson Mandela presidió la transición de la ley de la minoría y el apartheid, ganando respeto internacional por su defensa de la conciliación, y su mayor impacto radica en que no impuso el respeto a las razas negras, sino que generó un cambió de conciencia nacional.
Mandela murió el 5 de diciembre de 2013 a los 95 años de edad, retirado de los cargos públicos, pero siempre activo en la lucha social, rodeado de su familia y con un legado inconmensurable que, como refirió el príncipe Harry, hoy se encuentra más vigente que nunca.