La Mona Lisa vuelve a ser protagonista. En realidad, siempre ha estado presente.
Esta vez, un equipo de científicos italianos, liderado por Andrea Baucón, de la Universidad de Génova, y Gerolamo Lo Ruso, del Museo de Historia Natural de Piacenza, afirma haber localizado el paisaje detrás de la icónica obra de Leonardo Da Vinci, conservada en el Museo de Louvre, en París. Si la hipótesis es cierta, entonces ¿Quién es realmente la Gioconda?
Según los investigadores, el paisaje reflejado en el cuadro no es la campaña toscana, sino que está ubicado en Bobbio, una pequeña localidad en la provincia de Piacenza, al norte de Italia, visto desde el castillo de Malaspina del Verme, edificado en el año 1304. Esta tesis refuerza el planteamiento formulado por la historiadora medieval Carla Gori, quien afirmó que Da Vinci estuvo en Pierfrancesco di Gropparello, una zona cercana a Bobbio.
Tal aseveración toma como base que el Ponte Gobbo y el recodo del río Trebbia coinciden con el arroyo pintado a la derecha de la dama en el cuadro, y que también coinciden las montañas del fondo, muy similares al relieve del valle de Tidone y la montaña Pietra Parcellara. De hecho, los estudios basados en rastros fósiles de huellas de antiguos seres vivos (icnofósiles), “han demostrado que las formas de piedra fueron estudiadas y reproducidas por Leonardo en el Códice de Leicester”, según informó la historiadora Gori.
La famosa y enigmática obra de arte siempre ha sido objeto de estudio y de especulaciones. Hasta ahora se daba por casi cierto que la identidad de la Mona Lisa correspondía a Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo; pero con la reciente investigación se cree que pueda tratarse de Blanca Giovanna Sforza, hija de Ludovico Il Moro, duque de Milán y señor de Bobbio y esposa de Galeazzo Sanseverino, mecenas y amigo de Leonardo.
