El pasado jueves la revista Raya publicó unos documentos clasificados de organismos de inteligencia colombiana que revelan una operación de espionaje contra Cuba.
Los documentos revelan que la inteligencia colombiana espió a diplomáticos, funcionarios cubanos, líderes de izquierda, periodistas y líderes sociales. Uno de los objetivos principales de la operación fue el embajador de Cuba en Colombia, José Luis Ponce Caraballo.
La información a la que tuvo acceso la revista Raya contiene perfiles de los funcionarios, fotografías, croquis, videos y mapas. Sin embargo, el operativo denominado “Charlie” se llevó a cabo sin una orden judicial.
El tiempo que se prolongó la operación coincide con el periodo de gobierno de Iván Duque y estuvo encabezado por la Dirección Nacional de Inteligencia, una dependencia de la Presidencia de la República y no se descarta la participación de agentes estadounidenses porque hay documentos en inglés provenientes de organismos de inteligencia de EE.UU.
Según la revista, el documento “Estrategia de desestabilización” trataba de un plan de los organismos de inteligencia en contra de las protestas sociales que azotaron la región y se pensaba que la izquierda colombiana y el gobierno cubano estaban azuzando las movilizaciones.
Otro dato revelador de la investigación señala que la operación logró infiltrar una “fuente humana” al XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo en Caracas que se desarrolló entre el 25 y el 28 de junio de 2019 y en el que tuvieron participación Gloria Inés Marcano, del partido comunista de Colombia, la senadora Piedad Cordoba y Juan Carlos Tanus, representante de la fundación colombianos en el Exterior.
El Foro de Sao Paulo fue acusado en aquel momento por Jair Bolsonaro y Alvaro Uribe, de ser el centro de las estrategias para “desestabilizar las democracias en América Latina”.
Así mismo, los documentos revelaron que los agentes de inteligencia colombianos confesaron haber sembrado archivos en los computadores del “terrorista” Andrés Vanegas Londoño, alias “Uriel”, cuyo contenido responsabilizaba al gobierno cubano de acciones desestabilizadoras en la región.
El gobierno colombiano aún no se ha pronunciado con respecto a la publicación de estos documentos confidenciales emanados de los organismos de inteligencia de su país.