Este lunes, el pastelero catalán, Lluc Crusellas, se coronó como el mejor chocolatero del mundo al triunfar en el World Chocolate Masters, un prestigioso concurso organizado por Cacao Barry.
El evento, que celebra su octava edición, se realizó en el Salon du Chocolat de París y estuvo lleno de espectadores, jueces, participantes, y muchos fans del delicioso chocolate. Crusellas se encargó de elaborar un elefante de 170 kilos de puro chocolate para una de las pruebas más estratégicas a las que se han enfrentado 17 chocolateros de todo el mundo.
Lluc es el primer español en obtener el trofeo de este torneo bianual, en segundo y tercer puesto se posicionaron el francés Antoine Carréric y el griego Nicolas Nikolakopoulos.
El maestro pastelero de 26 años celebró con un discurso en catalán en el que agradecía el apoyo de todos sus allegados durante la preparación del campeonato, para el que estuvo trabajando sin descanso desde que se proclamó el mejor chocolatero de España, hace un año. “Ha sido una recompensa al trabajo y un viaje increíble”, celebró Crusellas tras ser nombrado el mejor chocolatero del mundo.
En el primer día de campeonato, Crusellas tuvo que realizar una torta de chocolate para compartir entre al menos seis personas, por lo que presentó uno que aparentaba unidad pero que ya estaba dividido en seis porciones. Para la segunda prueba -y la más importante-, tuvo que montar un aparador, por lo que elaboró un elefante de tres metros de estructura y 170 kilos de chocolate con la mayor precisión posible.
En el segundo día de competencia, las pruebas pedían elaborar un bombón de chocolate, por lo que el pastelero catalán resolvió con una pieza con aceite de oliva, para así darle un toque mediterráneo, y un individual, en el que debía reinar el sabor del cacao.
Para finalizar, en el tercer día y cuando solo quedaban 10 participantes, el concurso los retaba a crear una estructura de chocolate artística, además de una pieza versátil que pudiera gustar tanto a un deportista como a un chocolatero o a un fanático de la innovación, por lo que Crusellas fue el favorito con una pieza de chocolate sin azúcar
Finalmente, el tercer día, cuando solo quedaban 10 competidores, el concurso les retaba a hacer una estructura de chocolate artística, además de una pieza versátil que pudiera gustar tanto a un deportista como a un chocolatero o a un fan de la innovación. Crusellas convenció con una pieza de chocolate sin azúcar con brioche y piel de plátano comestible.
Lluc lleva trabajando con el chocolate desde los 18 años, cuando comenzó a trabajar en el restaurante Can Jubany de Calldetener, que tiene una estrella Michelin.