El presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, pidió al Congreso intervenir para evitar que se produzca una huelga de trabajadores ferroviarios en el país.

El mandatario solicitó que use su poder legislativo para llegar a un acuerdo con ese sector, que pide aumentos salariales de 25%, licencias por enfermedad y mejoras en las condiciones laborales.

“Permítanme ser claro: un parón completo ferroviario devastaría nuestra economía. Sin los trenes de carga, muchas industrias de Estados Unidos cerrarían. Mis asesores económicos dicen que, hasta 765.000 estadounidenses, muchos de los cuales son trabajadores sindicalizados, podrían quedarse sin trabajo solo en las dos primeras semanas”, dijo Biden.

Además, mostró preocupación porque la huelga implicaría que las comunidades pierdan el acceso a los productos químicos para garantizar el agua potable de las granjas y ranchos del sector ganadero, lo que desencadenaría una grave escasez de proteínas.

La fecha límite de los trabajadores ferroviarios para llegar a un acuerdo es el 9 de diciembre, de lo contrario, podrían pararse casi 7.000 trenes de carga, y el comercio perdería 2.000 millones de dólares por día.

Antecedentes

Hace dos meses los trabajadores ferroviarios y los sindicatos se sentaron a debatir una serie de mejoras laborales y no lograron ponerse de acuerdo porque 4 de los 12 sindicatos presentes no quisieron negociar.

En ese momento, Biden y sus asesores tuvieron que intervenir para evitar una huelga y se acordó una nueva negociación en el mes de noviembre.

Al no producirse las negociaciones, la Cámara de Comercio y la Asociación de Ferrocarriles, con más de 400 grupos empresariales, pidieron la intervención del Congreso, ya que, según la Ley de Trabajo Ferroviario de 1926, ese órgano legislativo tiene potestad para dirimir la disputa.

Los trabajadores alegan que deben cumplir largas jornadas con descansos mínimos. Incluso, son penalizados por tomarse horas libres para citas médicas o emergencias de salud.

“Cuando los ferrocarriles se niegan a darnos licencia por enfermedad, lo que están diciendo es que sus ganancias valen más que sus trabajadores y la economía nacional”, expresó Ross Grooters, copresidente de Railroad Workers United, una asociación que integra varios sindicatos.

Alrededor del 30% de la carga del país se mueve por ferrocarril, por esto, se alega que los conductores no deben tener intervalos prolongados de descanso.

En las próximas horas se espera una respuesta del Congreso, que pudiera establecer un convenio con los sindicatos para aprobar las mejoras o permitir la huelga hasta que se llegue a una nueva negociación.