El lago Mead, ubicado en el cauce del río Colorado, retenido por la gigantesca presa Hoover, es el embalse más grande de los Estados Unidos; sin embargo su nivel de agua acumulada ha descendido de manera dramática, tal como se percibe en las fotos tomadas satelitalmente entre 2020 y 2022.
Desde 1985 se observa esta disminución, hasta el punto en que se pueden ver “anillos de bañera” en las montañas que se elevan desde el lago, que muestran los rastros del nivel anterior del agua.
La cantidad de agua que hay en el embalse es sólo 39% de lo que contenía, con un desnivel de unos 40 metros desde el año 2000. Según los cálculos, otros 15 metros menos y el embalse no tendrá volumen suficiente para hacer funcionar los generadores de la presa Hoover.
La ciudad de Las Vegas extrae 90% de su agua del lago Mead, por lo que están trabajando en una fuente de emergencia por si la pérdida de agua llega a ser demasiado alta; y es que Las Vegas tiene un alto consumo del vital líquido, ya que es una ciudad en medio del desierto.
El problema incluye el riego de césped, jardines y campos de golf, piscinas de patios traseros, fuentes y parques acuáticos, junto con el riego de cultivos del desierto. Es una ciudad de 1,8 millones de habitantes en un desierto, que recibe en promedio 11 centímetros de precipitación al año.
El lago Mead, desde el río Colorado, recibe principalmente agua de la nieve en las Montañas Rocosas, pero en los últimos años las nevadas disminuyeron debido al cambio climático global y, por eso, durante la primavera llega menos agua al embalse.
Junto con eso, la elevación de la temperatura incrementa la evaporación del lago Mead y otros embalses a lo largo del río Colorado; curiosamente, últimamente ese río se está secando antes de desembocar en el océano, lo cual pudiera estar generando otras consecuencias vinculadas con sus aportes al mar.
Por lo pronto, el lago Mead suministra agua para 25 millones de personas en tres estados de EE.UU. y hasta México; pero el nivel del agua ha descendido tanto que están apareciendo restos humanos de posibles asesinatos o accidentes remotos, un tema para la policía estadounidense.
Si el lago sigue retrocediendo, puede alcanzar el punto que se conoce como de “piscina muerta”, es decir, un nivel tan bajo de agua que no podría seguir produciendo energía hidráulica ni continuar distribuyendo agua más abajo.