A partir de este lunes y luego de más de dos años del cierre impuesto para contener la propagación de COVID-19, Nueva Zelanda está lista para abrir sus fronteras internacionales a todos los visitantes.
Según anunció el Gobierno el pasado domingo, esta medida incluye a los turistas que requieren visados, entre ellos los de origen chino así como a los estudiantes internacionales. La mayoría de los visitantes que llegan al país aún deberán estar completamente vacunados
"Se trata de una gran noticia para el sector turístico y la economía, ya que nos acercamos a la primavera y el verano con la gente del hemisferio norte reservando sus vacaciones de invierno", dijo el ministro neozelandés de Turismo, Stuart Nash.
Por otro lado, la primera ministra, Jacinda Ardern, ha calificado este paso de "gran momento" y ha añadido que forma parte de "un proceso cauteloso".
Nueva Zelanda comenzó a reabrir gradualmente sus fronteras internacionales el pasado mes de febrero, aunque, en un primer momento la entrada al país solo estaba autorizada a los ciudadanos que retornaban del extranjero por un plan gubernamental.
La nueva medida también incluye la entrada al país de los cruceros y la reanudación de todas las actividades de enseñanza a estudiantes extranjeros. La llegada del primer crucero será el 12 de agosto al puerto de Auckland.
El presidente de la Asociación de Cruceros de Nueva Zelanda, Kevin O’Sullivan, comentó que esta reapertura llega en el momento adecuado. "La última vez que vimos un crucero en Nueva Zelanda fue en marzo de 2020. Pero el siguiente llega la semana que viene, el 12 de agosto, así que es muy emocionante. Sin embargo, las pérdidas son bastante cuantiosas. La industria suele tener un valor de entre 300 y 400 millones de dólares al año. Así que es una pérdida de unos 800 millones de dólares para la economía neozelandesa”, recalcó.
Entre los visitantes al país hay turistas y también estudiantes extranjeros -mayormente asiáticos- que podrán a partir de este mes visitar las universidades neozelandesas, un ingreso lucrativo ya que representa más de tres mil millones de euros al año.
Antes de la pandemia, el sector de la educación dirigida a extranjeros aportaba unos 5.000 millones de dólares neozelandeses (3.146 millones de dólares estadounidenses) a la economía del país, un monto que bajó casi 75%el año pasado en tiempos de pandemia.
El director ejecutivo de Turismo de Nueva Zelanda, Rene de Monchy, espera que el negocio turístico se repondrá lentamente en comparación con los niveles de pre pandemia: "Se espera que el regreso del turismo internacional tome tiempo mientras la gente alrededor del mundo adquiere confianza para viajar", mencionó.
Para evitar la propagación del virus, Nueva Zelanda aseguró sus fronteras desde marzo de 2020 e incluso retrasó el retorno de los propios neozelandeses al exigir un cupo de entrada diario con el objetivo de evitar contagios.