Desde hace siglos los cambios en el clima han sido determinantes en los calendarios y en la manera en que la humanidad mide el paso del tiempo. De acuerdo con la mitología griega el mito del rapto de Perséfone es lo que da origen a las cuatro estaciones.
Perséfone fue la diosa de las flores, hija de Zeus y de la diosa de la agricultura, Deméter.
El relato comienza cuando Hades, el dios de los muertos empieza a buscar una reina que le hiciera compañía en el inframundo, tarea difícil ya que ningún mortal o dios quería estar en un lugar tan oscuro como lo era el reino de los muertos
En su búsqueda, Hades se encuentra con Perséfone quien estaba recogiendo flores. De pronto, la tierra sufrió un temblor, el suelo se abrió y de las profundidades emergió Hades montado en su carruaje de caballos negros. Raptó a Perséfone y desapareció rápidamente por la grieta.
Sin embargo, la diosa alcanzó a gritar antes de ser secuestrada y su madre pudo escucharla. De inmediato, abandonó todas sus tareas de agricultura para buscar a su hija, lo que generó una época de hambre en la humanidad y en los dioses, lo que hizo que éstos últimos se vieran obligados a intervenir.
Helios – el dios del sol- había presenciado el rapto de Perséfone y le contó a Deméter cómo sucedieron las cosas. Ella, al verse imposibilitada de hacer algo al respecto, se dirigió a Zeus para pedirle que interviniera.
Zeus aceptó y pidió a su hermano que dejase libre a Perséfone.
Hades, conocedor de las reglas del Inframundo, aceptó liberar a la joven con la condición de que Perséfone no hubiese comido nada durante su estadía, porque de haberlo hecho tendría prohibida la salida del reino de los muertos.
Ante la pregunta, Perséfone afirmó haber probado unos granos de granada.
A pesar de la estricta condición de Hades, se llegó a un acuerdo por el bien del mundo; durante tres meses, Perséfone estaría con Hades en el Inframundo y el resto del año lo pasaría libre. Con la libertad de su hija, Deméter volvió a sus tareas y el mundo se libró de la amenaza de quedarse sin alimentos.
Las leyendas cuentan que cuando Perséfone se encuentra con Hades, Deméter entristece, dando paso al invierno, y cuando este acaba, significa que la diosa de las flores está libre de nuevo junto a su madre.
En distintas versiones del mito, es Perséfone la que se siente atraída por Hades, y por voluntad propia decide comer la granada para estar con el dios de los muertos y ser feliz con él.
Con este mito, los griegos explicaron la razón de ser del invierno, que es un período difícil para las cosechas, a través de algo tan humano y natural como la tristeza de Deméter, una madre que pierde a su hija.
Por otro lado, la “liberación” de Perséfone está relacionada con una época cálida, de alegría y de felicidad de la madre, que hacía brotar las flores, resurgir la primavera y propiciar el crecimiento de las cosechas.