Una nueva ola de violencia se vivió la noche de este miércoles en Irán, tras nuevas movilizaciones por la muerte de Mahsa Amini, quien falleció en extrañas condiciones dentro de una estación de policía, después de ser detenida por llevar mal puesto el velo islámico.
Aunque las protestas no han parado desde el 16 de septiembre, cuando la joven fue asesinada tras ser detenida por la Policía de la Moral, este miércoles tomaron otro rumbo, por la conmemoración de las movilizaciones de 2019, en las que murieron 300 personas.
El caos de las protestas fue aprovechado por grupos terroristas para cometer un ataque a tiros en la ciudad de Ize, en el sur de Irán, según la agencia oficial del régimen IRNA.
Hombres armados que viajaban en motocicletas, abrieron fuego contra transeúntes y policías en el mercado central de la ciudad, matando al menos a siete personas e hiriendo a 15.
Tres de los sospechosos fueron detenidos por su supuesta implicación en el ataque, informó Ali Dehqani, director del Departamento de Justicia de Juzestán, donde está situada Ize, a la agencia Tasnim.
Consecuencias
Los manifestantes prendieron fuego a un seminario religioso y un grupo de hombres armados que se desplazaban en motocicletas, dispararon contra fuerzas de seguridad en la ciudad de Isfahan.
Además, tres personas murieron en la ciudad de Semirom, en la provincia de Isfahan, en circunstancias no explicadas por las autoridades. Las protestas se han intensificado desde el martes.
Hasta los momentos no hay un pronunciamiento oficial, por lo que no se tiene un número exacto de fallecidos y heridos.
Las protestas están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de “mujer, vida, libertad”. En la calle lanzan consignas y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica, que es considerado un acto serio de rebeldía, impensable antes de la muerte de Amini.
Desde el inicio de las protestas al menos 326 personas han muerto, entre ellos 43 menores de edad. Además cinco manifestantes han sido condenadas a muerte por su participación en las movilizaciones, mientras que unas 2.000 han sido acusadas de diversos delitos.