Una investigación publicada por el diario británico The Guardian, reveló que el servicio internacional de taxis Uber incumplió leyes, espió y presionó para penetrar en el mercado de 40 países, incluido España.
Según la filtración realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, una red sin fines de lucro de reporteros de investigación, hay más de 124.000 documentos confidenciales, según los cuales la empresa aprovechó conscientemente el conflicto con los taxistas en varios países para pedir concesiones a las autoridades, refiere Rusia Today.
El escándalo que se dio a conocer este domingo, refiere que Uber aplicó métodos dudosos desde un punto de vista ético y legal para expandir su negocio y limitar los derechos laborales de sus trabajadores.
La intención era expandirse sobre las compañías tradicionales de taxi en los mercados internacionales.
El informe también revela que la compañía usó un "interruptor de apagado" para frustrar a los reguladores y las fuerzas del orden, canalizó dinero a través de las Bermudas y otros paraísos fiscales y consideró retratar la violencia contra sus conductores como una forma de ganarse la simpatía del público.
En dichos documentos también se evidencia la implicación de importantes dirigentes políticos en el proceso, incluido el actual presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Los archivos abarcan el periodo comprendido entre los años 2013 y 2017 e incluyen más de 83.000 mensajes electrónicos, incluidas comunicaciones entre el entonces director ejecutivo de Uber, que revelan que la empresa era consciente de sus actos.
Asimismo, los documentos dejan al descubierto las prácticas éticamente cuestionables de la compañía que dirigía entonces Travis Kalanick y que pasaban por cortejar a primeros ministros, presidentes, multimillonarios, oligarcas y magnates de los medios de comunicación.
También, esta revelación incluye comunicaciones del propio Kalanick con sus directivos. Uno de ellos reconoce que se comportan como "piratas" y en otro documento filtrado dice que "simplemente somos jodidamente ilegales".
Además, la compañía destinó 90 millones de dólares en 2016 a cabildeo y relaciones públicas.
En los documentos hay una conversación entre Kalanick y el actual presidente francés, Emmanuel Macron, entonces ministro de Economía, que revela que ayudó a la empresa en secreto para penetrar en Francia facilitando el acceso a altos funcionarios.
Además, mencionan al actual presidente de EEUU, Joe Biden quien se reunió con Kalanick. Tras esa reunión Biden parece que habría modificado su discurso preparado para presentar en Davos, para incluir alusiones a la compañía, afirmando que proporcionaría a millones de trabajadores "la libertad de trabajar tantas horas como quieran y gestionar sus propias vidas cómo deseen", dijo entonces.
Ante la polémica la compañía se pronunció, "no hemos puesto ni pondremos excusas por los comportamientos pasados que claramente no son coherentes con nuestros valores actuales. Pedimos que nos juzguen por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y por lo que haremos en los próximos años", dice un comunicado.
Redacción LMN