El primer ministro británico, Boris Johnson, experimenta una crisis de su gobierno nunca antes vista en Reino Unido, debilitado por la dimisión de más de quince miembros de su gabinete en medio de crecientes escándalos sobre su gestión.
El alto funcionario compareció este miércoles ante los diputados británicos para defender su continuidad en el cargo como primer ministro; durante su intervención en la Cámara de los Comunes, Johnson señaló que "el deber de un primer ministro en circunstancias difíciles es seguir adelante".
"El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer", afirmó Johnson. En este sentido, el líder de la oposición, Keir Starmer, acusó al primer ministro de dar un "espectáculo patético" en plena finalización de su carrera política.
En esta semana, los ministros de Salud, Sajid Javid, y de Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron paralelamente sus renuncias, lo que suma más de quince miembros de gobierno que dimiten.
Entre ellos destaca Will Quince, ministro de Infancia y Familia que afirmó “no tener otra opción", tras haber informado datos inexactos proporcionados por la oficina del primer ministro.
En cambio, otros miembros del ejecutivo que respaldan la gestión de Jonson, defienden las decisiones tomadas por el político antes de comparecer ante el "comité de enlace", conformado por los presidentes de las diferentes comisiones parlamentarias.
Este alud de renuncias se da justo cuando el primer ministro reconociera como un “error” el nombramiento de Chris Pincher, responsable de disciplina de los conservadores, tras acusaciones de acoso sexual y conductas inapropiadas. Después de negarlo en varias ocasiones, Downing Street reconoció este martes que Johnson fue informado en 2019 de anteriores acusaciones contra Pincher pero que las había "olvidado".
Una de las renuncias que mayor tiene peso es la del ministro de finanzas, Rishi Sunak, pues ocurre en un contexto económico difícil, con la inflación disparada en el Reino Unido y acusaciones al ejecutivo de no hacer lo suficiente para ayudar a las familias británicas. En este punto, Sunak espera que el gobierno se comporte de manera "competente" y "seria", según dijo tras su dimisión.
Además, el primer ministro ha sorteado varios escándalos de su gestión, comenzando con el "partygate", que fueron fiestas organizadas en Downing Street entre el 2020 y 2021, violando los protocolos de distanciamiento social y otras medidas para contener el avance de la pandemia Covid-19. También se le acusa de una financiación de forma irregular de su residencia oficial, así como, favorecer a ciertos grupos de poder.
Boris Johnson llegó a la cúspide de su carrera en el 2019, cuando logró una mayoría conservadora tras las promesas de realizar el Brexit. Ahora, su futuro es incierto. El primer ministro sobrevivió a principios de junio con un voto de confianza, luego de una moción de censura intentada para lograr su renuncia.
Apoyado por 211 de sus 359 legisladores, salvó su investidura, pero los 148 votos en su contra hicieron notar el descontento por su gestión.