La cifra de fallecidos por las protestas en Irán contra el velo y la policía moral sumó este jueves 31 personas.
Las protestas se han generado por el caso de la joven kurda Mahsa Amini, que perdió la vida bajo custodia de las fuerzas de seguridad por no llevar el hiyab según las normas impuestas
Según la ONG de Derechos Humanos de Irán (IHR), con sede en Oslo, “el pueblo de Irán ha salido a las calles para lograr sus derechos fundamentales y su dignidad humana (…) y el gobierno está respondiendo a su protesta pacífica con balas”, dijo su director Mahmood Amiry-Moghaddam en un comunicado, en el que publicó un número total de muertos tras seis días de protesta.
Sin embargo, estas cifras se contradicen con las ofrecidas por la televisión local que informó este jueves la muerte de 17 personas entre manifestantes y policías.
Las protestas contra el líder Alí Khamenei, estallaron por la muerte bajo custodia de la joven kurda Mahsa Amini, de 22 años, después de haber sido arrestada por la temida policía de la moral de la República Islámica, por supuestamente usar un pañuelo en la cabeza de una manera “inadecuada”, luego, falleció bajo custodia policial, lo que provocó una indignación generalizada.
Se temía que la violencia pudiera escalar aún más, después que las autoridades iraníes restringieran el acceso a Internet y bloquearan las aplicaciones de mensajería, incluidas WhatsApp e Instagram.
Algunas mujeres quemaron sus velos y simbólicamente se cortaron el cabello en protesta por el estricto código de vestimenta, en acciones desafiantes que se hicieron eco en las protestas de solidaridad en el extranjero, desde Nueva York hasta Estambul.
Los activistas han dicho que Amini, cuyo primer nombre kurdo es Jhina, después de su detención en Teherán sufrió un golpe fatal en la cabeza, una afirmación negada por las autoridades, que anunciaron el inicio de una investigación por el caso.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el miércoles dijo que “estamos con los valientes ciudadanos y las valientes mujeres de Irán que en este momento se están manifestando para asegurar sus derechos básicos”.
El presidente ultraconservador de Irán, Ebrahim Raisi, habló más tarde en el mismo foro, y se quejó del “doble rasero” de Occidente sobre el tema.
Las protestas se encuentran entre las más graves en Irán desde los disturbios de noviembre de 2019 provocados por un fuerte aumento en los precios de la gasolina.
Mientras esto ocurre, la ONU ha pedido que se investigue la muerte de la ciudadana iraní.
La muerte de la mujer ha provocado manifestaciones en todo el país, incluida la capital, Teherán, donde la gente entonó cánticos contra el gobierno y chocaron con la policía.