El Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) informó que la Amazonía, en Brasil, registró en agosto 33.116 alertas de incendio, el mayor número para el mes en los últimos 12 años.
El número de focos de calor en la región brasileña fue medido por satélites entre el 1 y el 31 de agosto.
Según la información, el registro superó en 16,7 % los indicadores del mismo período del año pasado y 25,9 % el promedio registrado por el instituto desde 1998.
Cabe destacar que el coordinador de campaña para la Amazonía de Greepeace, André Freitas, recordó que, en estos últimos cuatro años, durante el Gobierno de Jair Bolsonaro, se ha desarrollado "una clara y objetiva política anti ambiental", que ha permitido a madereros y ganaderos trabajar de forma ilegal y devastar el pulmón del planeta.
Jos Barlow, inglés experto en conservación, coincide y explica que la mayoría de los incendios en esta región se inician por cuenta del hombre y la causa de su expansión es por la deforestación, la cual ha disminuido la capacidad de la selva para regular y retener los mismos.
También critica la respuesta del actual gobierno brasileño quien argumenta que no cuentan con presupuesto para atender la emergencia ambiental.
De hecho, esta aseveración de Bolsonaro generó una reacción negativa de Alemania y Noruega en cuanto a las ayudas a proyectos de protección de la selva amazónica.
No es un dato menor que la deforestación y el cambio climático también están alterando la capacidad de la selva amazónica de absorber dióxido de carbono.
De acuerdo con estudios recientes, el área sureste es la más afectada, con tasas más altas de pérdida de árboles y un incremento en el número de incendios.
Las temperaturas allí han aumentado tres veces el promedio mundial durante los meses más calurosos.
