La Organización de las Naciones Unidas declaró este domingo que al menos 7 millones de personas se encuentran en riesgo de morir de hambre en Somalia e hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar este desastre humanitario.
La sequía afecta a más de 918.000 personas que se han visto obligadas a buscar otros medios para subsistir.
De acuerdo al informe de la ONU, al menos el 50% de la población se enfrenta a una crisis alimentaria al menos hasta septiembre.
La ONU reconoció que los que más sufren son los niños ya que más de la mitad se encuentran en una severa desnutrición y uno de cada ocho niños muere antes de cumplir los cinco años.
"Esta es una crisis infantil. No se trata sólo del agua o la nutrición, sino también de que los niños pierden la educación, se vuelven vulnerables a los problemas de protección infantil y tienen problemas de salud. Todo ello repercute en su futuro" aseguró una representante de la UNICEF.
"Sin un incremento de la asistencia, la sequía desembocará en un éxodo de población, acompañado de enfermedades contagiosas y violaciones de los Derechos Humanos en el país” aseguró ONU.
Expertos en la materia aseguran que esto se debe a los elevados precios y a una deficiente respuesta humanitaria y que esto podría llevar a los somalíes a una terrible calamidad.
Las familias en Somalia se ven cada vez más complicados a la hora de soportar una nueva subida de precios ya que la producción nacional escasea y debido a la sequía empieza a morir todo el ganado.
