Kim Kardashian intentó convertirse en Marilyn Monroe durante unas horas en la gala del MET, al lucir un vestido de la reconocida actriz, pero logró el efecto contrario.
La influencer reconoció que debió someterse a una estricta dieta para adelgazar 7 kilos en tres semanas y poder entrar en el vestido.
“Me lo probé y no me quedaba bien. Dije, dame tres semanas”, confesó Kim. Estas declaraciones generaron fuertes críticas en las redes sociales, pues su actitud fue considerada como insana.
Incluso la actriz Lili Reinhart publicó una fuerte crítica en su cuenta de Instagram sobre el tema, “ Caminar por la alfombra roja y hacer una entrevista en la que dices lo hambrienta que estás porque no has comido carbohidratos en el último mes, ¿para encajar en un maldito vestido?”, se preguntó. Agregó que es un hecho “jodido en muchos niveles”.
Miles de usuarios en las redes también se pronunciaron sobre el tema en el mismo sentido.
Un vídeo difundido este miércoles muestra a los asistentes de Kardashian intentando ajustarle la histórica prenda, pero no lo lograron. Sin embargo, la Kardashian no tuvo otra opción que llevarlo puesto con un abrigo blanco de piel que llevó a modo de chal y tapando su trasero.
https://twitter.com/her_khumalo/status/1521720855264473088?s=20&t=AOVmnc5C7obhQOt6HvWnmQ
Minutos después se cambió para lucir una réplica del original que, esta vez sí, se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Y es que, tallas aparte, la estrella del clan de las Kardashian tuvo que aceptar varias condiciones para lucir el icónica vestido, como el compromiso a no ponerse ninguna crema que pudiera manchar la tela, y llevarlo solo en la alfombra roja y en las escaleras del MET.
https://twitter.com/KimKardashian/status/1521317323235217408?s=20&t=xlSS_VQJHGDY3-UQQb3A_w
En el vídeo, publicado por TMZ, se ve a Kim entrando en pánico mientras su equipo lucha por encajárselo. '¡Dios mío! ¿podemos dejarlo abierto? pregunta.
La historia del vestido
El vestido data de 1960 cuando Marilyn se lo encargó al diseñador Jean-Louis para la gala que el Partido Demócrata organizó en el Madison Square Garden de Nueva York, unos días antes de que John Fitzgerald Kennedy cumpliera 45 años.
Fue confeccionado en color piel con miles de piezas de pedrería y se convirtió en uno de los vestidos más emblemáticos de la actriz de Los caballeros las prefieren rubias porque se ajustaba a su silueta como una segunda piel. La prenda era tan ajustada que, según la leyenda, tuvieron que coserlo en su cuerpo antes de su actuación ante el presidente.
El vestido forma parte de la historia de Hollywood y ostenta el récord de haber alcanzado el precio más caro en una subasta. Fue vendido por 4,81 millones de dólares en 2016 y se exhibe en el Ripley's Believe It or Not! Museo de Orlando, Florida.