Un desliz diplomático ha causado el aterrizaje de un avión de bandera venezolana en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, con la detención preventiva de 19 tripulantes, 14 de nacionalidad venezolana y 5 de nacionalidad iraní.
El pasado 6 de junio, un Boeing 747 de la empresa Emtrasur, una empresa de cargas con sede en Caracas, llegó a la ciudad de Ezeiza desde México con sus bodegas llenas de autopartes. Dos días después, el avión intentó volar hacia Uruguay, pero las autoridades de ese país le prohibieron su entrada al espacio aéreo por lo que el avión volvió a Ezeiza.
Esta novedad no pasó por alto a los servicios de inteligencia argentinos.
Investigaciones de organismos de seguridad aseguran que el Boeing 747 de Embrasur tiene poco tiempo con bandera venezolana ya que desde el año 2007 hasta enero 2022 voló para la para la aerolínea iraní Mahan Air, una empresa sancionada por Estados Unidos.
El avión estacionado en Argentina no puede despegar ya que ni la empresa petrolera argentina YPF ni Shell quisieron venderle combustible por las posibles sanciones del gobierno estadounidense.
Cuando el avión salió de México a la Argentina cumplió con toda la documentación declarada y de su personal a bordo, sin embargo, el ministro de Interior argentino, Aníbal Fernández, admitió a medios de comunicación que “con posterioridad al ingreso” del avión, “se reciben, por distintos canales, información de organismos extranjeros que advertían de la pertenencia de parte de la tripulación a empresas relacionadas con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán”.
Estados Unidos considera al grupo Al Quds como organización terrorista. Incluso, Argentina acusa a esta organización de ser los responsables intelectuales y materiales del atentado contra la sede de la mutual judía en Buenos Aires en 1994.
Esta acción dejó 85 fallecidos y es catalogado como el peor ataque registrado en la nación suramericana.
El ministro Fernández asegura que los organismos de inteligencia centran su atención en Gholamreza Ghasemi Abbas. “Es familiar del ministro de Interior de Irán y su nombre coincide con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria y administrador de una empresa ligada Al Quds”, destacó el ministro del interior.
“Si ustedes me preguntan si es él, no lo sé, coincide el nombre. El resto es un análisis que haremos en conjunto con Migraciones y seguramente la Policía de Seguridad Aeroportuaria hará lo propio”, finalizó Fernández.
Por su parte, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), solicitó investigar a fondo las últimas rutas del Boeing 747 de Embrasur y su tripulación. Según la hoja de ruta del avión del 747 de bandera venezolana durante el último mes aterrizó en Paraguay, Bielorrusia, Teherán y Moscú.
Ahora las autoridades tendrán que determinar esta trama diplomática que involucra a Argentina, Venezuela, Irán y Estados Unidos.