Un nuevo capítulo en el protocolo de los funerales de la Reina Isabel II se vive este jueves luego que el cortejo fúnebre que traslada sus restos llegara este jueves a la sede del Parlamento británico.
Desde este espacio se lleva a cabo la capilla ardiente hasta el próximo lunes 19 de septiembre.
Un servicio religioso marcó la llegada del féretro de la reina Isabel II al Palacio de Westminster y se celebró la misa a cargo del arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Al servicio asistieron el Rey Carlos III y sus tres hermanos, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo, así como los hijos del soberano, los príncipes Guillermo y Harry, y otros miembros de la familia real británica.
La música solemne de una banda real y los cañonazos disparados cada minuto son parte del ambiente.
El féretro fue colocado sobre un catafalco en el gran salón de Westminster, la sala más antigua del Parlamento, que data del siglo XI y estará custodiado por la guardia real.
Permanecerá cubierto con el estandarte real, formado por cuatro cuadrantes: dos de ellos tienen tres leones dorados que representan a Inglaterra, uno tiene un león rojo que simboliza a Escocia y el cuarto, el arpa que representa a Irlanda.
Sobre el ataúd se colocó la corona imperial; el orbe real, pieza que representa al mundo cristiano y el cetro de oro que simboliza el poder.
El ataúd de la reina Isabel II, llegó sobre un armón de artillería del que tiraban seis caballos, desde el palacio de Buckingham hacia Westminster Hall. Fue fabricado para ella hace ya más de 30 años y tiene una particularidad: está revestido de plomo. Se trata de una tradición real, que ayuda a preservar el cuerpo por más tiempo debido a su mayor capacidad hermética. Puede llegar a durar cerca de un año y evita que entre la humedad dentro de la caja.
El Gobierno de Reino Unido calcula que la fila para acceder a la capilla ardiente de Isabel II alcanza los 6,7 kilómetros de longitud y llega hasta la zona de Bermondsey Beach, más allá del Tower Bridge.
La secretaria de Cultura, Michelle Donelan, avisó el miércoles pasado que algunos ciudadanos tendrán que aguardar hasta 30 horas para llegar hasta la capilla ardiente.
Se espera que decenas de miles de personas visiten la capilla ardiente en Westminster Hall, que abrirá hoy a las 17.00 hora local (16 GMT) y cerrará a las 06.30 hora local (5.30 GMT) el próximo lunes, cuando el féretro sea trasladado a la vecina abadía de Westminster para el funeral.
En Reino Unido el luto oficial termina el día del funeral. La familia real continúa guardando luto una semana más.
Líderes políticos y representantes de las casas reales de todo el mundo estarán presentes entre los 2.000 asistentes previstos para el funeral de Isabel II, que se hará el próximo lunes 19 en Londres, entre las que se incluyen representantes de casas reales y líderes políticos de todo el mundo como el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron. También asistirán los reyes de España, Felipe y Letizia, así como los monarcas eméritos, Juan Carlos y Sofía de España.
La casa real británica ha publicado este jueves una lista con algunos de los más ilustres asistentes que han confirmado su asistencia y ha prohibido que los jefes de estado aterricen en Londres en aviones privados por lo que deberán desplazarse hasta la abadía de Westminster en autobuses compartidos y escoltados que partirán desde un punto al oeste de la capital. Eso sí, los líderes del G7, como Joe Biden o Emmanuel Macron, están exentos de usar autobuses por motivos de seguridad.
Fuera de los aledaños a Buckingham, hay una aparente normalidad con pubs repletos, las luces encendidas del Piccadilly igual de refulgentes que antes del funeral y miles de turistas deambulan por el centro mezclados con los residentes locales que despiden a su Reina.
