El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, indicó el pasado lunes que los equipos de búsqueda y rescate brasileños hallaron ‘’vísceras humanas flotando en el río’’ durante la búsqueda del periodista Dom Phillips y el experto indigenista Bruno Pereira, los cuales se encuentran desaparecidos desde hace una semana en la Amazonía brasileña.
En la investigación del pasado domingo, la Policía Federal de Amazonas informó que se hallaron las pertenencias de Pereira y Phillips. Entre los objetos se encontró una tarjeta sanitaria, un pantalón, unas botas y un bolso de ropa pertenecientes a los periodistas, estaban sumergidos en los alrededores de la casa del único sospechoso en el caso, Amarildo da Costa Oliveira, detenido por posesión de armas y drogas.
En una entrevista con The Guardian, el cuñado de Phillips, Paul Sherwood, dijo que la embajada les había pasado la información. "El embajador dijo que quería que supiéramos que habían encontrado dos cuerpos. No describió el lugar y dijo que estaban atados a un árbol y que aún no han sido identificados", señaló.
Según el periodista ambiental, André Trigueiro, corresponsal de Televisión Globo y amigo personal de Alessandra Sampaio, esposa de Phillips, la Embajada Británica y la Policía Federal le informaron en la mañana de este lunes a Sampaio sobre el hallazgo de dos cuerpos en la región donde se presume desaparecieron su esposo y Pereira cuando hacían entrevistas para un trabajo periodístico sobre amenazas a las comunidades indígenas.
"Las búsquedas continúan. Pero los indicios llevan a creer que hicieron alguna maldad con ellos, porque ya fueron encontradas vísceras humanas flotando en el río, que están siendo sometidas a examen de ADN", comentó Bolsonaro, en una entrevista para la radio CBN.
Los corresponsales fueron vistos por última vez el domingo 5 de junio en horas de la mañana cuando se dirigían a Atalaia do Norte. Phillips, de 57 años de edad periodista y colaborador del diario británico “The Guardian” y Bruno Pereira, de 41 años experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas de Brasil (Funai), realizaban entrevistas para un libro sobre conservación ambiental y desarrollo local, cuando desaparecieron.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha criticado al gobierno brasileño por su reacción tardía para la búsqueda de los desaparecidos. Es tanta la indignación que, durante el domingo y el lunes hubo protestas en Río de Janeiro, Brasilia y Atalaia do Norte.
Aún no se ha confirmado que los restos hallados correspondan a los desaparecidos.