El Ministerio de Salud en Argentina reportó en su Boletín Epidemiológico Nacional un total de 746 casos de viruela símica, con casos sospechosos en 21 jurisdicciones y 14 confirmados en ellas.
La información oficial, que compila datos disponibles hasta el 1 de noviembre, indicó que los casos aumentaron un 10.51% con respecto al último informe tras los cinco contagios difundidos en el reporte previo, que compilaba casos hasta el pasado 25 de octubre.
Más del 60% de los casos confirmados corresponden a la ciudad de Buenos Aires, que junto a la provincia de Buenos Aires y a la provincia de Córdoba suman el 94.9% del total registrado.
Aunque un paciente se encuentra internado en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica por padecer VIH sin tratamiento previo, desde el registro del primer caso el pasado 27 de mayo no se han producido muertes a causa de la enfermedad.
"Se trata de un paciente inmunocomprometido (VIH sin tratamiento) que actualmente se encuentra con asistencia respiratoria mecánica", dijo el Boletín.
El promedio de edad de los casos confirmados es de 35 años, con un mínimo de 10 y un máximo de 78. En este sentido, las estadísticas confirman la tendencia global de mayoría masculina como la población más afectada por la enfermedad con 98.7% de preponderancia, principalmente los hombres homosexuales y con el antecedente de relaciones con múltiples parejas.
¿Qué es la viruela del mono, sus síntomas y cómo se transmite?
La viruela del mono es una enfermedad zoonótica poco frecuente cuyos síntomas son similares a los que se observaban en los pacientes de viruela, aunque menos graves. Los primeros casos de este virus fueron registrados en la República Democrática del Congo en 1970.
Los síntomas de esta enfermedad generalmente se basan en fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio. Luego de unos días con el virus, el paciente desarrollará una erupción cutánea, siendo las zonas más afectadas las del rostro, las manos y los pies.
Esta enfermedad se puede transmitir a través de la saliva o por contacto con heridas abiertas.
