La Cámara de Diputados chilena aprobó este miércoles una reforma constitucional que permite el proceso para redactar en los próximos 11 meses una nueva Constitución.
Con 109 votos a favor, 37 en contra y 3 abstenciones, los diputados aprobaron la reforma, que establece que el nuevo órgano que redactará la Ley Fundamental estará integrado por 50 personas que serán elegidas por la ciudadanía y que contarán con el apoyo de un comité de expertos designados por el Congreso.
Al ser aprobada sin cambios durante su tramitación parlamentaria, el itinerario para un renovado proceso constituyente será el mismo que el firmado en diciembre de 2022 tras tres meses de negociaciones por parte de 14 partidos, desde la conservadora Unión Democrática Independiente hasta el Partido Comunista.
Los 37 votos en contra fueron registrados principalmente por los parlamentarios del ultraderechista Partido Republicano y del liberal Partido de la Gente, los cuales no participaron en las negociaciones pasadas.
"No hay que extrañarse ni dramatizar el hecho de que haya un grupo de parlamentarios que no esté de acuerdo con el proyecto de reforma constitucional, porque en democracia esto es lo que pasa: priman las mayorías, pero las minorías son respetadas", comentó la ministra secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte.
Los 50 integrantes serán escogidos el próximo 7 de mayo en las urnas, y tendrán hasta cinco meses para elaborar la propuesta de texto. En este sentido, en el mes de marzo, un comité de 24 expertos (12 designados por el Senado y 12 por la Cámara de Diputados) elaborará un anteproyecto para que funcione de base para el Consejo.
El proyecto constitucional deberá ser aprobado por la ciudadanía en un plebiscito el 17 de diciembre para su entrada en vigencia.