Japón se enfrenta a una ola de calor con las más altas temperaturas históricamente registradas, dejando 27 muertos y más de 14.000 hospitalizaciones en la última semana, así lo informó la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres (FDMA por sus siglas en inglés), adscrita al Ministerio del Interior del país asiático.
La producción energética del país ha disminuido debido a su dependencia de los combustibles fósiles, cuyos suministros se han vuelto más caros y escasos a raíz de la guerra de Ucrania. Tanto ha mermado la producción que, a finales de junio, el gobierno japonés solicitó a los hogares y empresas que inicien un periodo de tres meses de ahorro de electricidad para evitar una crisis energética en medio de la ola de calor.
El pasado jueves, la temperatura llegó a los 36,4 grados en el centro de Tokio, por su parte, los territorios de Saitama y Chiba, alcanzaron una temperatura de 39 y 36 grados respectivamente.
Del 27 de junio al 3 de julio, 14.353 personas fueron trasladadas a hospitales del país y 27 personas han fallecido debido al fenómeno. En total, el 57% corresponde a personas de tercera edad, el 33% a adultos y el resto a gente joven incluidos niños.
La FDMA registró que 6.343 personas desarrollaron síntomas de insolación aún estando en casa, y otras 741 personas atendidas experimentaron los mismos síntomas mientras estaban en colegios o supermercados.