Desde 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de septiembre como el día dedicado al fortalecimiento de los ideales de paz y en 2021, el mismo organismo decidió por unanimidad designar este día como jornada de no violencia y alto el fuego. ¿Será cumplida por todas las partes en conflicto?
Desde la paz de Westfalia en 1648, con la firma de los acuerdos de Osnabrück y Münster, que pusieron fin a la guerra de los Treinta Años en Alemania y la guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos, el mundo parecía aproximarse a un espacio de tolerancia. Sin embargo esto no fue así.
A lo largo de la historia, la humanidad ha estado plagada de conflictos bélicos de distinta índole, como los religiosos entre Israel y Palestina, los económicos como las guerras del opio entre Inglaterra y China o los territoriales como la guerra de Corea.
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se creó la Sociedad de Naciones con los "14 puntos de Woodrow Wilson", presidente de los Estados Unidos, con el objetivo de alcanzar una "paz duradera". La fuerza de los hechos demostró que esto no fue suficiente porque en 1939 a raíz de la presión económica sobre Alemania y el avance del facismo, se inició la Segunda Guerra Mundial que duró hasta 1945 con la devastación de gran parte del continente europeo.
La segunda guerra ha sido la más dramática de la historia contemporánea, debido a la cantidad de personas involucradas, las dimensiones territoriales del conflicto, la cantidad de armamento bélico empleado y las desgarradoras consecuencias históricas para la humanidad.
A raíz de esas consecuencias que dejó la segunda guerra, las potencias mundiales decidieron retomar el proyecto de la Sociedad de Naciones y crear una gobernanza mundial que pudiera mediar en conflictos y garantizar los lazos de amistad entre las naciones.
Es por ello que en 1945 se crea la Organización de las Naciones Unidas, regida por la Carta de las Naciones Unidas, para mantener la paz y seguridad internacionales, fomentar relaciones de amistad entre las naciones, lograr la cooperación internacional para solucionar problemas globales y servir de centro que armonice las acciones de las naciones.
En este contexto se ratifica un documento que se denominó "Declaración Universal de los Derechos Humanos" proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, que establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero.
Con el establecimiento de las instituciones que podían velar por la gobernanza mundial, al menos en temas de conflictos bélicos entre naciones y pese a las normas que rigen esas instituciones, ratificadas por todos los Estados miembros, "la paz duradera" siempre fue una quimera.
La paz y el derecho a veto
Los países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas son: Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos y con esta atribución pueden negar cualquier decisión tomada en el seno de esa instancia que afecte sus intereses.
Por tal razón, Estados Unidos siempre ha votado a favor del Estado de Israel, independientemente del cuestionamiento que se le haga en el seno del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General y por ende, ha vetado todas las resoluciones que exhortan a Israel a cumplir un lineamiento emanado por Naciones Unidas sobre Palestina.
China, por su lado, ha votado a favor de Corea del Norte, pese a los distintos cuestionamientos y usa su derecho a veto en caso de cualquier resolución que pretenda contravenir las líneas del gobierno de Kim Jong-un.
Actualmente, y pese a los esfuerzos de la gobernanza global, existen varios conflictos bélicos que ponen en riesgo "la paz duradera", ya que varios países poseen arsenales nucleares que representan un peligro para la humanidad.
La única experiencia nuclear en este planeta fue en 1945 con el lanzamiento en Nagasaki e Hiroshima de las bombas "Little Boy" y "Fat Man" ordenadas por el presidente de los Estados Unidos Harry Truman, que dejó más de 400.000 muertos, por el impacto de las explosiones y los efectos de la radiación.
Es por ello que este día nos preguntamos: ¿Cuáles conflictos bélicos siguen amenazando la paz en el mundo?
1. Conflicto entre Ucrania y Rusia
Es el más reciente episodio bélico a gran escala. Inició el 24 de febrero de 2022 y es la prolongación de las continuas tensiones que iniciaron en 2014 con la proclamación de las repúblicas de Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania, que Rusia reconoció como Estados independientes.
El presidente ruso Vladimir Putin, acusó a la OTAN de violar el Acta Fundacional de Relaciones Mutuas, Cooperación y Seguridad con la OTAN, firmada en 1997 que prohibía la expansión de esa fuerza en la frontera oeste de Rusia. Pero la OTAN desplegó 4.500 soldados en Letonia, Lituania, Estonia y Polonia con "fuerzas rotativas y defensivas" como reacción a la anexión rusa de Crimea en 2014.
2. Etiopía
Este país situado en el Cuerno de África lleva tiempo viviendo una tensa situación política, agravada el último año por la escalada de violencia de carácter étnico y las crecientes hostilidades en la región de Tigray. El conflicto estalló en esta zona etíope en noviembre, cuando el gobierno iniciaba una ofensiva militar contra el Frente de Liberación Popular de Tigray.
3. Mozambique
Los ataques de grupos yihadistas se han intensificado desde marzo y el Estado Islámico de África Central se ha hecho con el control de algunas localidades. Todo ello ha provocado que se agrave la situación humanitaria y la seguridad alimentaria de la población. Pero también ha tenido como consecuencia el incremento del número de desplazados internos a quienes apoyamos en nuestros proyectos. ONU estima que, incluyendo a las comunidades de acogida, el conflicto afecta directamente a 1,3 millones de personas.
4. Conflicto entre Israel y Palestina
Uno de los conflictos bélicos más longevos de nuestra historia es el caso de la lucha entre Israel y Palestina, cuya solución parece cada vez más difícil. De un lado, Palestina sigue reclamando a la comunidad internacional su reconocimiento como Estado. Por su parte, Israel -con el apoyo de Estados Unidos- se blinda de las resoluciones de la ONU que lo obligan a respetar los derechos de los palestinos. UNESCO, por ejemplo, reconoció en 2011 a Palestina como Estado Miembro, lo que pudiera significar un precedente para que ONU pueda dar el paso final si logra saltar los vetos.
6. Conflicto entre Sáhara Occidental y Marruecos
Es una de las últimas regiones en el mundo que se ha unido a la lista de guerras y conflictos activos en 2021. Tras casi 30 años de alto al fuego entre el gobierno marroquí y el Frente Polisario, este se rompió el pasado mes de octubre. El detonante se produjo en el paso fronterizo de Guerguerat, cuando el ejército marroquí incursionó en la zona para desalojar a un grupo de saharauis que habían acampado en la pista con el objetivo de interrumpir el tránsito de mercancías.
7. Siria
Aunque el Gobierno de Bashar Al Assad ha recuperado el control de buena parte del territorio y se han rebajado las tensiones, no se ha llegado a un acuerdo para el alto al fuego y los ataques se siguen produciendo. Las condiciones de la población tampoco son mucho mejores. Tras una década de conflicto, ONU estima que ocho de cada diez sirios viven en condiciones de pobreza y prevé que su situación empeorará. Precisamente debido al conflicto armado, 5,5 millones de sirios han buscado refugio en países vecinos como Turquía o Líbano.
8. República Centroafricana
El 27 de diciembre era una fecha clave para detener la escalada de violencia persistente en este país africano desde 2012. Con las elecciones que se celebraban ese día se pretendía consolidar el acuerdo de paz firmado por el Gobierno y catorce grupos rebeldes hace dos años. Sin embargo, seis de estos grupos se alzaron en nueva rebelión, han logrado controlar varias localidades y están tratando de tomar Bangui, la capital del país.
10. Yemen
Desde hace seis años la población yemení está sumida en una guerra civil. Inició como consecuencia de un golpe de Estado que ha dividido en tres partes el país: la norte, controlada por los houthis tiene el respaldo de Irán y, en el sur, conviven dos fuerzas: las separatistas y los seguidores del presidente Al-Hadi. Lejos de mejorar, la situación ha empeorado el pasado 2020 con el recrudecimiento del conflicto. Las cifras de desnutrición infantil se han disparado. Se calcula que el 80% de la población necesita asistencia humanitaria y se sitúa, un año más, como la mayor crisis humanitaria a nivel mundial.
11. Camerún
La ONU estima que cuatro millones de personas necesitan asistencia humanitaria en Camerún. Los conflictos armados se concentran en el norte del país debido a ataques yihadistas y en el oeste, en una guerra que desde 2017 enfrenta a los grupos separatistas con el Gobierno. Preocupa especialmente la situación de inseguridad en la que se encuentran escuelas y docentes: están el punto de mira de los grupos armados que apoyan a los separatistas.
Los desafíos de la paz
Hasta ahora el mundo no ha logrado generar acuerdos globales que impidan el desencadenamiento de conflictos armados. Los regímenes políticos que no respetan la voluntad de sus ciudadanos son caldo de cultivo para que germine la violencia. Sin embargo, en el oriente medio hay monarquias hereditarias como Arabia Saudita, o monarquías absolutas como el régimen de Qatar en los que el poder se concentra en una sola persona y pese a las denuncias de violación de derechos humanos, se mantienen una aparente estabilidad.
El principio de derecho internacional de no intervención en los asuntos internos de otras naciones, debe ser respetado, siempre y cuando no se vulneren los derechos contemplados de la declaración universal de los derechos humanos.
El continente americano no es protagonista de ningún conflicto armado entre sus Estados, pese a que en Colombia persiste un conflicto interno con el ELN, una guerrilla insurgente, que se acaba de sumar a las mesas de negociaciones con el recién electo presidente Gustavo Petro, para lograr un acuerdo de paz como se consiguió con las FARC EP durante el gobierno de Juan Manuel Santos.