En una ceremonia llena de símbolos, desde la espada del Libertador Simón Bolívar hasta las mariposas de la novela cien años de Soledad; Gustavo Petro, asumió la presidencia de Colombia en un acto realizado en la Plaza Bolívar de Bogotá, al tiempo que anunció grandes reformas tributarias, y reafirmó los acuerdos de paz y acciones proteccionistas con el medio ambiente.
La impresión que dejó la ceremonia, es de un gran impacto para toda la región latinoamericana. Por primera vez una persona progresista asume la presidencia de esa nación, y el acto tuvo una importante carga simbólica.
Gustavo Petro recibió la banda presidencial de la senadora María José Pizarro, hija del líder del movimiento guerrillero urbano M19, Carlos Pizarro, quien fue asesinado en 1989 cuando era candidato presidencial.
El nuevo presidente ordenó como primer acto de su Gobierno, que la espada del Libertador Simón Bolívar, fuera llevada a la ceremonia. Como último acto de Gobierno, el ex presidente Iván Duque había prohibido llevar la espada a la ceremonia.
"Esta espada representa demasiado para nosotros y para nosotras y quiero que nunca más esté enterrada", dijo Petro al iniciar su discurso como presidente. "Que solo se envaine, como dijo su propietario, el libertador, cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo. Es la espada del pueblo”, resaltó el jefe de Estado.
El logo de la ceremonia fueron tres mariposas amarillas, una clara referencia a la novela Cien Años de Soledad, las mismas constituyen en un símbolo de amor y soledad.
Incluso, durante su campaña, la novela fue un elemento clave en los discursos de Petro. “Todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra (…) Quiero decirles que hoy empieza nuestra segunda oportunidad, nos la hemos ganado. Su esfuerzo valió y valdrá la pena, es la hora del cambio”.
Es tanta la conexión entre la novela de Gabriel García Márquez y el primer mandatario que el nombre del protagonista de Cien años de soledad, Aureliano, fue el escogido por Petro como alias durante su vida insurgente del M19.
Con la paloma blanca que se puso en la solapa de su chaqueta, Petro anunció una agenda de “paz total”, prometiendo una redistribución de la riqueza entre todos los sectores de la población a través de una reforma tributaria.
“La igualdad es posible si somos capaces de crear riqueza para todos y todas, y si somos capaces de distribuirla más justamente. Por eso proponemos una economía basada en la producción, el trabajo y el conocimiento. Y es por ello por lo que proponemos una reforma tributaria que genere justicia” afirmó el primer mandatario.
Lo popular estuvo presente en todo el acto de ceremonia. Resaltó a través de las pantallas de televisión, la forma en que fue recibido en el Palacio de Nariño, casa presidencial de Colombia, por parte de las trabajadoras domésticas, que aplaudían su llegada y lo saludaron con afecto.
Los primeros compromisos
Se prevé que el ministro de Hacienda de Petro, José Antonio Ocampo, presente este lunes al Congreso la reforma tributaria que busca recaudar unos 11.543 millones de dólares. En este sentido, el titular de hacienda espera recaudar con la aprobación de esta reforma, ingresos por el equivalente a alrededor del 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mediante la eliminación de exenciones fiscales y la imposición de un impuesto a la riqueza.
Durante su discurso en la Plaza Bolívar, Petro anunció un decálogo de compromisos para los cuatro años de presidencia que comenzaron este domingo. El número uno es conseguir la paz
“Cumpliremos el acuerdo de paz, seguiremos a rajatabla las recomendaciones de la comisión de la verdad”, e hizo un llamado a los grupos armados a que depongan sus fusiles para conseguir la paz verdadera como nadie, resaltó.
En el tema ambiental, Petro quiere hacer de su país un ejemplo para el mundo. “Desde Colombia pedimos acción y no hipocresía, y por ello vamos a transitar a una economía sin carbón y petróleo, pero poco ayudamos con ello porque no somos los que emitimos los gases de efecto invernadero, son los ricos del mundo los que lo hacen”.
En este sentido, exhortó a los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional a disminuir la deuda externa de los países para que puedan dedicar recursos a políticas ambientales
De la mano de la vicepresidente, Francia Márquez, una activista afro, feminista y ambientalista, Petro le dio protagonismo no sólo a Márquez, sino a su propia esposa y a numerosas mujeres citadas a lo largo de los 47 minutos de discurso.
En su alocución, el jefe de Estado prometió un gobierno paritario con un futuro Ministerio de Igualdad que conducirá Márquez.
Gustavo Petro es el primer presidente que logró conectarse con las poblaciones más vulnerables del país, en las costas pacífica y caribeña, que durante años se resistieron a participar masivamente de la democracia colombiana.
