Luego de haber sido frenada en dos ocasiones por el Presidente, este viernes el Parlamento de Portugal, aprobó por tercera vez, la despenalización de la eutanasia. Ahora, nuevamente la última palabra la tendrá el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.
La despenalización de la eutanasia no ha tenido un camino fácil en Portugal, donde suma cinco años de debate y dos leyes ya aprobadas en instancias parlamentarias pero vetadas por el Constitucional o por el presidente.
El propio Rebelo afirmó el jueves que dará "una respuesta rápida" al texto y admitió que esta última versión toma en consideración las reservas que había expresado en el pasado.
"Ahora es una cuestión de ver, efectivamente, cuál es el camino más adecuado", dijo el Presidente.
Según las leyes de Portugal, la muerte médicamente asistida es aquella que “ocurre por decisión propia” de una persona, en el ejercicio de su derecho fundamental de autodeterminación y cuando es practicada o ayudada por un profesional de la salud.
Se aplicará exclusivamente en casos de mayores de edad, con enfermedades graves e incurables o lesiones definitivas de extrema gravedad.
Además, marca un plazo mínimo de dos meses entre el inicio del proceso y la muerte médicamente asistida y establece el acompañamiento psicológico obligatorio para el enfermo.
Los diputados integrantes del Partido de oposición PSD informaron que no están de acuerdo con la aprobación y que activarán medidas en los próximos meses, una de ellas sería realizar una consulta popular en el próximo curso político, a partir de septiembre de 2023, para saber qué opina la población al respecto.
Por el momento, si el presidente Marcelo Rebelo de Sousa promulga la ley, el Gobierno socialista tiene un plazo de 90 días para su aprobación.