La demanda mundial de mascotas exóticas está aumentando, y la tendencia es causada en parte por las redes sociales y el cambio de las tiendas físicas de animales a los mercados en línea. Estados Unidos es uno de los mayores mercados para este comercio de vida silvestre.
Estos animales se representan con frecuencia en las redes sociales como “lindos”, con sentimientos y comportamientos similares a los humanos y, lamentablemente, esto ayuda a crear la demanda de estas especies como mascotas, lo que impulsa el comercio ilegal y legal de vida silvestre.
Es de recordar que la cría en cautiverio abastece una parte de este mercado, pero muchas especies se capturan en la naturaleza, la mayoría de las veces de forma ilegal.
Los reptiles y las aves se encuentran entre las especies más comúnmente traficadas, porque pueden transportarse fácilmente.
Según un estudio de la Universidad de Adelaide, Australia, en EE.UU. se importaron 8,84 millones de animales de especies exóticas los últimos años (incluidas algunas en declive y peligro de extinción).
Pero eso no es todo. Este tráfico puede tener importantes y diversas consecuencias negativas: amenazar el bienestar de los propios animales trasladados, introducir especies invasoras en nuevos entornos y provocar enfermedades transmisibles a humanos.
Abordar este problema requiere un esfuerzo internacional, particularmente por parte de las naciones ricas donde la demanda de mascotas exóticas es mayor.
“Lamentablemente, el comercio de muchas especies, no se regula formalmente hasta que es demasiado tarde para sus poblaciones silvestres. Claramente, se necesita una regulación más estricta para evitar este declive”, concluye el informe.
De igual forma, recomienda que todas las naciones registren los datos -a nivel de especie- para toda la vida silvestre importada y exportada. Esta información debe recopilarse como parte de un sistema estandarizado de gestión de datos.
“Dicho sistema aumentaría el cumplimiento de las normas y facilitaría el rastreo del origen de la vida silvestre. Permitiría compartir e integrar los datos comerciales entre países y permitiría la evaluación oportuna de las especies que pueden necesitar mayor protección”, dice.
Tales medidas son vitales para proteger tanto la vida silvestre como el bienestar humano.
