El próximo 26 de septiembre, la nave de la Prueba de redireccionamiento del asteroide doble (DART), la primera en el mundo que pone a prueba una tecnología para defender a la Tierra de riesgos por impactos de asteroides o cometas, impactará contra un objetivo.
Según informó la NASA, el choque con el asteroide llamado ‘’Dimorphos’ -que se encuentra a 11 millones de kilómetros- no supondrá ninguna amenaza para la Tierra, aunque el objeto mide aproximadamente unos 160 metros de ancho.
La misión de más de 300 millones de dólares es la culminación de más de cinco años de trabajo por parte de un equipo de científicos en Estados Unidos, los cuales buscan defender a la tierra de este tipo de amenazas potenciales.
Esta vez, DART proporcionará datos relevantes para ayudar a la nasa a prepararse mejor, por si algún día se descubre algún asteroide que pueda suponer un gran peligro de impacto.
Una de las principales investigadoras que trabajan en la nave, Nancy Chabot, aseguró que la única diferencia entre lo que se ve en las películas de Hollywood y la misión de DART, es que la meta es desviar, no destruir.
‘’Es algo verdaderamente histórico. Me emociona que estemos moviéndonos de algo que se veía como ficticio y estemos tomando un paso para hacerlo más real’’, aseguró la científica. ‘’No es explotar el asteroide en millones de pedazos, sino darle un pequeño empujón para desviarlo’’.
"Lo que queremos lograr es cambiar la velocidad del objeto en quizás un centímetro por segundo", agregó el astrónomo Andy Rivkin, uno de los líderes de la misión en el portal de DART.
¿Cómo es la nave?
El dardo que planea golpear a Dimorphos irá equipado con paneles solares que, al desplegarse, miden 8.5 metros de largo cada uno; en su interior llevará una cámara que le ayudará a navegar e identificar su objetivo, así como a elegir el mejor punto de impacto.
DART también contará con un satélite cúbico que se desprenderá unos días antes del choque, el cual tratará de capturar fotografías del momento del impacto entre la nave y Dimorphos.
Defensa planetaria
Los programas de defensa planetaria tienen el objetivo de proteger a la Tierra de amenazas de objetos cósmicos cercanos, conocidos como NEO, por sus siglas en inglés. Un asteroide se considera cercano o peligroso para la Tierra cuando su órbita lo acerca a unos 50 millones de kilómetros del planeta.
Aunque la mayoría de los objetos que entran a la atmósfera se desintegran antes de llegar a la superficie, aquellos que son más grandes podrían causar daños si traspasan la atmósfera.
Cada día, la atmósfera terrestre recibe el impacto de meteroides, los cuales son pequeños fragmentos de asteroides de alrededor de un metro y los causantes de estelas brillantes que pueden verse por las noches.
La NASA explicó que ‘’no se conoce ningún asteroide que represente un riesgo de impacto en la Tierra en los próximos 100 años’’.
