El Banco Mundial (BM) considera que las economías de América Latina y el Caribe crecerán más de lo esperado en 2022, aunque este crecimiento se ralentizará en 2023 y 2024.
Según su informe de perspectivas económicas para la región "Nuevos enfoques para cerrar la brecha fiscal", el organismo considera que las economías latinoamericanas ya se han recuperado prácticamente a sus niveles previos a la pandemia, pero con una salvedad: "parte del legado de Covid es que el promedio de la deuda de la región aumentó unos diez puntos porcentuales", explicó el economista jefe para América Latina y del Caribe del BM, William Maloney, durante una rueda de prensa.
Para Maloney, este crecimiento de la deuda será clave, ya que tiene el potencial de ralentizar el ritmo de crecimiento de las economías regionales.
Además, las fuertes subidas de los tipos de interés ordenadas por los principales bancos centrales del mundo -para tratar de poner coto a la inflación- dificultarán aún más la lucha contra la brecha fiscal.
A pesar de lo dicho, los economistas del BM proyectan una subida en 2022 de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, superior a sus estimaciones anteriores.
El aumento se debe al ascenso de los precios de algunas materias primas como resultado de la invasión rusa a Ucrania.
“Sin embargo, estas condiciones favorables se convertirán en obstáculos cuando las mismas materias primas bajen de precio en 2023, en torno a 10%”, proyectó el FMI.
Para el año próximo, el BM prevé que las economías latinoamericanas crezcan solo 1,6%, mientras que para 2024 el incremento del PIB de la región será de 2,3%.
En sus recomendaciones, el Banco Mundial anima a los gobiernos de la región a "reconsiderar su senda de crecimiento mejorando el gasto público de las administraciones”.
