“No te preocupes, tú serás la siguiente”. Este fue el mensaje que recibió la autora de la saga de Harry Potter, J.K Rowling, tras publicar en su cuenta de twitter un mensaje en el que condenaba el ataque sufrido por el también escritor Salman Rushie, el pasado viernes 12 de agosto.
Ante el mensaje, un usuario identificado como estudiante y militante de Karachi, respondió: ‘No te preocupes, eres la próxima’.
El mensaje fue eliminado, pero la escritora publicó una captura de pantalla, solicitando el respaldo de la red social.
Un portavoz de la policía de Escocia, donde vive Rowling, indicó: “recibimos información sobre una amenaza en línea y nuestros agentes están investigando”.
No es la primera vez
El año pasado, J.K Rowling afirmó haber recibido numerosas amenazas de muerte por parte de quienes ella reconoce como militantes de los derechos de las personas transgénero.
Tras haber escrito un artículo titulado ‘Crear un mundo más igualitario para las personas que menstrúan’ en el que manifestaba que ciertos derechos de las mujeres se veían amenazados por el activismo de una parte del colectivo trans, las cosas empezaron a salir de control en redes.
Su postura estaba relacionada directamente con las nuevas legislaciones, como el Gender Recognition Act 2004 de Reino Unido, que, en su opinión, suponían un gran riesgo porque permiten a una persona cambiar su género a ojos de la ley sin someterse a una cirugía de reasignación o sin seguir una terapia hormonal.
Posteriormente, un usuario de twitter publicó un mensaje en su cuenta en el que decía "¿Cuál es su frase literaria escocesa favorita? Empiezo yo", a lo que le acompañaba una imagen de J.K. Rowling con este texto: "He ignorado porno tuiteado a niños".
La escritora no lo dejó pasar por alto y contestó al usuario: "Juan, te voy a dar un momento para que pienses bien en dejar esto subido. He reportado cada parte de pornografía que los llamados aliados trans tuitearon en hilos de Twitter donde los niños me enviaban obras de arte para 'lckabog'. No respondí ni retuiteé porque no quería que más niños lo vieran".