Este miércoles 21 de septiembre despegó un cohete desde el cosmódromo ruso de Baikonur en Kazajistán, rumbo a la Estación Espacial Internacional. En la nave iban los cosmonautas Serguéi Prokópiev y Dimitri Petelin de la agencia rusa Roscosmos y el agente de la NASA Frank Rubio.
Este lanzamiento sucede en medio del conflicto entre Ucrania y Rusia, lo que representa un muy extraño signo de cooperación entre Rusia y Estados Unidos ya que estos países están confrontados en ese contexto.
Rubio, es el primer cosmonauta estadounidense en viajar en una nave rusa desde que inició el conflicto Rusia-Ucrania el 24 de febrero.
El viaje hacia la EEI tendrá una duración estimada de tres horas y su tripulación estará seis meses en el espacio donde se le unirán otros integrantes del equipo, los rusos Oleg Artemiev, Denis Matveiev y Serguéi Korsakov, los astronautas estadounidenses Bob Hines, Kjell Lindgren y Jessica Watkins, y la astronauta italiana Samantha Cristoforetti.
Luego del lanzamiento, Anna Kikina será la única mujer rusa en servicio activo y deberá ir al laboratorio orbital a principios de octubre; lo hará en un cohete de SpaceX llamado Crew Dragon.
Esta será la quinta mujer astronauta rusa en ir al espacio y la primera en pilotar una nave de SpaceX.
Actualmente, la EEI depende de Rusia para mantenerse en órbita ya que funciona con un sistema de propulsión ruso para estar a 400 km de altura, mientras que Estados Unidos, tiene como tarea la labor de electricidad y los sistemas de subsistencia.
Aunque, Yuri Borísov, nuevo responsable de Roscosmos confirmó que Rusia dejaría la EEI en 2024 para poder crear su propia estación espacial, todavía no se conoce la fecha definitiva para la ejecución de esta medida.
Por su parte, la NASA, calificó esta decisión como “desafortunada” y aseguraron sus expertos que esto dificultará los trabajos científicos que se realizan desde la EEI.
Muchos expertos calculan que les tomaría diez años a los rusos para poder construir una nueva plataforma espacial dado que la actual, no puede prosperar por las sanciones que pesan en su contra por parte de EEUU y países de Europa, como consecuencia de su incursión militar en Ucrania.
