Brittney Griner, la basquetbolista estadounidense, liberada este jueves, en un canje de prisioneros entre Washington y Moscú, aterrizó este viernes en Texas.
La primera parada de la atleta, que cumplía una condena de nueve años en Rusia por llevar aceite de hachís para vapear en su equipaje, será un hospital militar donde recibirá una revisión médica, dijo un funcionario al periódico The New York Times.
"Nos alegramos de tener de vuelta a Brittney en suelo estadounidense", escribió en Twitter el enviado especial presidencial para asuntos de rehenes del Departamento de Estado, Roger Carstens.
Funcionarios del aeropuerto de San Antonio dijeron que la deportista estaba de buen humor y que fue muy amable, además que agradeció a las autoridades estadounidenses por lograr su liberación.
Durante meses, la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, había tratado de liberar a la atleta, a la que consideraba injustamente detenida.
Finalmente, el jueves se anunció que habían llegado a un acuerdo con las autoridades rusas para liberar a Griner a cambio del traficante de armas Víktor Bout.
Tras la liberación el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró este viernes que es “posible” pactar con Estados Unidos otros canjes de prisioneros, sin embargo, no precisó ninguno en específico.
“Los contactos siguen a nivel de los servicios de inteligencia, nunca han cesado. ¿Es posible hacer otros (intercambios)? Sí, todo es posible”, declaró Putin en una conferencia de prensa al margen de una reunión regional en Kirguistán, al referirse al canje de Griner por Bout realizado el jueves.
Lo que hace referencia a que esta liberación no afectará en nada a las relaciones de ambos países.