El “Vatican Mall”, un ambicioso proyecto comercial ubicado dentro de la Terminal del Vaticano, adyacente a la Plaza de San Pedro, abrirá sus puertas en noviembre de 2022. Contará con decenas de tiendas de exclusivas marcas de lujo, contradiciendo la bandera del Papa Francisco, lo que supone con la “iglesia pobre para los pobres”.
Según la página web del centro comercial, este estará equipado con "servicios e instalaciones para hacer de cada momento un verdadero placer”, estos incluyen asistentes personales para realizar las compras, casilleros de resguardo para que la persona pueda caminar por el centro comercial sin molestias, un servicio postal de envíos nacionales e internacionales, así como espacios para exposiciones y actos culturales.
Este proyecto cuenta con una superficie total de 11.000 metros cuadrados, de los cuales 5.000 están asignados al área de galería y 6.000 entre puestos de estacionamiento y más de 50 locales comerciales de diversos tamaños.
Según informó el medio “La Repubblica”, el centro comercial está gestionado por una empresa privada de empresarios, Gasak, el cual realizó una inversión de 15 millones de dólares, sin embargo, el alquiler de las tiendas y otros servicios se gestiona con Propaganda Fide, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos establecida en 1622.
Ante la ola de comentarios negativos en las redes sociales, por la contradicción del mensaje de la iglesia de compenetrarse con los más desfavorecidos, el grupo Gasak informó que “no será un centro comercial de lujo, sino que acogerá a las mejores marcas, y el término no significa pertenecer al segmento de lujo, sino ofrecer productos con una correcta relación calidad-precio”.
Unas de las novedades y críticas que ha recibido la inauguración de este espacio es el “tax free”. En este sentido, Gasak informó que "no se podrán realizar compras con exención de IVA en general, pero se aplicará el principio legal vigente en todo comercio que aplique el mecanismo tax free".
Por tanto, “sólo los clientes extracomunitarios en posesión de una tarjeta de embarque, de un país no europeo, podrán beneficiarse de la exención de impuestos”, subrayó la empresa.
Por su parte, el Vaticano, a través de un comunicado, resaltó que la iglesia no tiene vinculación con esta iniciativa comercial, aunque la institución ya realizó alianzas estratégicas con el alquiler de varios inmuebles pertenecientes a la Santa Sede, a negocios como McDonald’s o Hard Rock Café.
