A partir de ahora los niños en Italia podrán tener cualquiera de los dos apellidos de sus padres en el orden que ambos acuerden, esto luego de que un Tribunal Constitucional Italiano tomó la decisión que permite elegir a los representantes y determinar qué apellido llevará el niño.
La medida se tomó luego de estudiar dos casos en los que, al nacer los niños, los padres deseaban que el primer apellido asignado fuera el de la madre y no el del padre.
“A la luz del principio de igualdad y en interés del hijo, ambos padres deben compartir la elección, supone un elemento de la identidad personal”, se puede leer en el comunicado del tribunal, reseñado por EFE.
La decisión se basó además, en que las normas establecidas hasta ahora violan varios artículos de la Constitución italiana, por ejemplo, la que dicta que "todos los ciudadanos tiene la misma dignidad social y son iguales ante la ley sin distinción de sexo".
De hecho, Francia, Alemania y España ya habían legislado de manera similar años atrás. En Suecia se puede seleccionar el orden, y en caso de no llegar a acuerdos, se selecciona el materno. Venezuela, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China, Turquía y Japón continúan dándole prioridad a los apellidos paternos.
“La Corte Constitucional canceló el último legado patriarcal en el derecho de familia”, escribió en Twitter Cecilia D’Elia, diputada y líder en temas de mujeres en el Partido Demócrata. “El nombre de la madre tendrá la misma dignidad que el del padre, signo de civilización”, dijo.
Sin embargo, la decisión también ha traído algunos problemas legislativos. La medida del tribunal dio luz sobre los problemas que surgieron al dar automáticamente a los niños solo el apellido de su padre.
Uno de los dos casos que estaba revisando el tribunal era el de una familia de la ciudad sureña de Potenza que tenía tres hijos con apellidos diferentes. Dos de ellas llevaban el apellido de su madre porque en un principio no fueron reconocidas por su padre, pero la más joven, nacida después de casarse la pareja, no pudo llevar el mismo apellido que sus hermanos, refiere La Nación.
El Parlamento ahora tendrá que aprobar la legislación correspondiente que incluya cambios a la ley de sucesión y describa cómo los apellidos pasarán de generación en generación.