El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, envió dos autobuses con más de 100 inmigrantes ilegales a la casa de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Washington.
La medida no es nueva, su “política” es enviar migrantes que llegan a Estados Unidos de manera ilegal a estados con gobernadores demócratas, en protesta por el no reforzamiento de la frontera para evitar que se incremente el flujo de personas.
Para el gobernador, esta medida de enviar migrantes al Observatorio Naval es para que la vicepresidenta, Kamala Harris, pueda vivir de primera mano lo que significa la política de fronteras abiertas.
Las unidades de transporte viajaron desde el sur del país hasta las proximidades del Observatorio Naval, residencia oficial de la Vicepresidencia de EEUU.
Algunas de estas personas llegaron al lugar con bolsas de plástico en las que llevan sus pertenencias. Las autoridades llevaron al grupo de migrantes a una iglesia cercana para darles alojamiento y atención.
El gobernador tejano envió un primer mensaje a través de sus redes sociales, en el que asegura que llevan a los migrantes al “patio trasero” para presionar a la administración Biden a “asegurar la frontera”.
En un segundo mensaje, exigió a Harris ver “de primera mano” el impacto que trae tener una política de fronteras abiertas y reiteró que seguirán enviando migrantes a Washington DC hasta que desistan de esas medidas y haya control en esa zona.
También el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, mandó en dos aviones a la exclusiva isla de Martha’s Vineyard, en el estado de Massachussets, a un grupo de 50 personas.
“Florida puede confirmar que los dos aviones con inmigrantes indocumentados que llegaron hoy a Martha’s Vineyard eran parte del programa de reubicación del estado para transportar inmigrantes indocumentados a destinos santuario”, dijo un comunicado emitido por la Gobernación de Florida.
El texto asegura que ese estado, como Nueva York y California, facilitan “un mejor cuidado” de los migrantes que llegan al país, “invitados” por medio de la migración ilegal.
Sin embargo, al llegar allá sin ninguna notificación, las iglesias del lugar se aprestaron para ayudar a estas personas.
Cabe destacar que la vicepresidente Kamala Harris había dicho el 13 de septiembre que la frontera es “segura”, pero dijo que el sistema migratorio no estaba funcionando y que estaba “roto desde antes de que llegáramos”.