Con el plebiscito del domingo que viene, Chile pondrá a prueba una de las premisas claves que llevó al triunfo electoral de Gabriel Boric en 2021: La modificación de la Carta Magna.
Sondeos de opinión realizados por dos encuestadoras en el país, señalan que los chilenos son propensos a rechazar el proyecto de una nueva Constitución en la consulta a celebrarse este próximo 4 de septiembre.
Alrededor del 45,8% de los encuestados tiene previsto votar contra el proyecto de Carta Magna, frente al 44,3% de la semana anterior, según un sondeo de opinión de Pulso Ciudadano publicado el viernes.
Otro 32,9% afirmó que apoyará la Constitución, por debajo del 33,9% anterior, mientras que un 15,7% está indeciso.
Por su parte la encuestadora Cadem publicó el viernes las estadísticas sobre la intención al voto del nuevo texto constitucional, según las cuales 46% de los chilenos rechazaría la nueva carta magna, en contraste con el 37% que la aprobaría.
Consciente de que el clima es desfavorable al “Apruebo” en la consulta a la que deberá someterse la nueva Carta Magna consagrada por 154 constituyentes tras un trabajo de un año, el presidente Gabriel Boric, anunció que el proceso no terminará el 4 de septiembre.
“Yo creo que el pueblo de Chile ya tomó una decisión en forma mayoritaria y muy clara. Lo que se decidió en octubre del 2020 fue tener una nueva Constitución, pero además mediante un mecanismo que asegure que la representación sea con elección directa”, afirmó el primer mandatario en una rueda de prensa.
Esta declaración asoma la posibilidad de que, si el plebiscito se pronuncia en contra, no sería necesario someter a la voluntad popular la decisión o no de avanzar en una nueva carta magna, porque ese mandato ya fue consagrado con casi el 80% de los votos.
En este escenario, se debe convocar otra vez a elecciones de constituyentes para trabajar en un nuevo texto.
“Me la voy a jugar por un Chile que se una por una nueva Constitución, ya sea que gane el Apruebo o el Rechazo. Para mí lo que está en juego hoy día es si es que volvemos a fojas cero en caso de que gane el Rechazo y tenemos que iniciar un nuevo proceso constituyente, o si bien aprobamos una nueva Constitución y a esta nueva Constitución se le podrán hacer modificaciones”, subrayó el jefe de Estado, en el marco de una campaña agitada y, a tono con los tiempos, con mucha desinformación principalmente en redes sociales.
Estas declaraciones se dan en un contexto en el cual, el primer mandatario experimenta una crisis política en el país, al aceptar la renuncia de la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega.
Una investigación del medio Ex Ante, señala que una asesora de la ministra Vega, hablando en su nombre, intentó el 11 de mayo comunicarse con Héctor Llaitul, dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), luego de que anunciara su intención de mantener la lucha armada para recuperar tierras que los mapuches consideran suyas por derechos ancestrales en el sur de Chile.
Boric aseguró que en Chile nadie está por sobre la ley, por lo cual el gobierno tiene la voluntad sincera de avanzar hacia una solución de fondo en el conflicto que enfrenta la región sur del país.
Esas zonas del sur chileno son escenarios de disturbios y alteraciones del orden público, ataques a maquinaria agrícola, incendios y tiroteos saldos mortales.
Llaitul quedó en prisión preventiva tras una extensa jornada de formalización, en el Juzgado de Garantía de la ciudad de Temuco, en la región de La Araucania. Debido a esta decisión, durante la semana se produjeron diversos atentados incendiarios a camiones y predios en la zona sur chilena. En uno de los lugares fueron encontrados lienzos exigiendo la libertad de Llaitul y la salida de las empresas forestales de la región.
La Policía chilena, en tanto, aumentó su despliegue de efectivos y las autoridades anunciaron que la seguridad se va a reforzar en distintos puntos estratégicos de la región, que actualmente se encuentra militarizada luego de que el Congreso renovara la semana pasada por sexta vez el estado de excepción.
